Con la vía del juicio político obturada por la reticencia del espectro dialoguista, la oposición busca alternativas en la Cámara de Diputados para mantener viva la llama del escándalo Libra que involucra al presidente Javier Milei en una presunta “criptoestafa”.

Unión por la Patria presentó el jueves pasado el proyecto de juicio político, pero fue más una declaración de intenciones y de principios que otra cuestión, ya que la posibilidad real de avanzar por ese andarivel es remota.

De todos modos, el presidente del bloque, Germán Martínez, dejó abierta la puerta a un diálogo franco con las fuerzas de la oposición que están a favor de una investigación parlamentaria, ya sea a través de la creación de una comisión ad hoc, o bien dando curso a interpelaciones de funcionarios clave del Gabinete.

El puntapié lo iba a dar el Senado, pero la UCR se dobló ante los trucos del encantador de serpientes del Poder Ejecutivo, el jefe de Gabinete Guilermo Francos, que mostró todo su oficio seduciendo a gobernadores con solo un puñado promesas y sin billetera abierta. 

Con la claudicación de Eduardo “Peteco” Vischi y otras cinco senadores radicales, la UCR le entregó en bandeja al Gobierno un triunfo contra todo pronóstico, bloqueando por un solo voto la creación de una comisión investigadora.

En esa sesión, el Gobierno se llevó dos triunfos clave: a la suspensión de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) sumó el mencionado freno a la comisión investigadora por la criptoestafa.

Esta comisión iba a crear un escenario ideal para que la oposición machaque con el escándalo Libra y ponga el dedo en la llaga todas las semanas.  

Con el bloqueo, el Gobierno gana tiempo y recupera algo de aliento en medio de la asfixia por la presión mediática, política y judicial a la que está siendo sometido.

El panorama en Diputados

El papelón del radicalismo en la Cámara alta anticipa cuál podría ser el comportamiento de los diputados radicales. 

El bloque que preside Rodrigo de Loredo consideró muy grave el uso de la investidura presidencial de Milei en provecho de una actividad privada pero se cuidó de no alentar ningún mecanismo de investigación parlamentario.

El PRO hizo lo mismo, más allá del cacareo inicial de Mauricio Macri contra Milei. El líder del partido amarillo encontró en la inusitada crisis libertaria una oportunidad para levantar vuelo y resurgir como el ave fénix. 

De todos modos, no son partidarios de investigar en el Congreso y, en un comunicado, se expresaron a favor de que el tema transcurra exclusivamente en la Justicia.

El resto de la oposición, que sí quiere poner a funcionar la maquinaria del Congreso en pos de deslindar las eventuales responsabilidades de Milei en la "criptoestafa", requiere de una mayoría simple para aprobar alguno de los proyectos.

A cada una de estas iniciativas, el oficialismo le asignó tantos giros como fueron necesarios para evitar que sean tratados. 

Las comisiones manejadas por La Libertad Avanza jamás van a convocarse para tratar iniciativas que buscan acorralar a Milei.

Por esa razón, ya existen conversaciones entre los distintos sectores de la oposición (desde Unión por la Patria, pasando por Encuentro Federal y Democracia para siempre) con el objetivo de pedir una sesión para la segunda semana de marzo.

Dejarán pasar la primera semana dado que ésta estará reducida por los feriados de carnaval. En la sesión van a pedir el emplazamiento de las comisiones para tratar los proyectos.

“Seguramente vamos a pedir varios bloques a comienzos de marzo algún tipo de sesión o funcionamiento de en las comisiones para aquellos nueve proyectos que hay dando vueltas presentado por bloques dialoguistas que no incluyen el juicio político sean tratados urgentemente”, anunció el diputado de Encuentro Federal Oscar Agost Carreño, uno de los negociadores de la bancada de 16 que preside Miguel Pichetto.

"En Diputados vamos a seguir buscando explicaciones, no porque queremos que vuelva el kirchnerismo, ni porque queramos hundir al gobierno o que se termine antes. No queremos nada de esto. Lo único que queremos es que el presidente, que es tratado en muchos diarios del mundo como estafador, venga acá y explique qué sucedió. Entiendo que es un momento incómodo, pero vamos a insistir", completó en una entrevista con Diputados TV.

Hasta que eso ocurra, Unión por la Patria no quiere dejar que el tema pierda gravitación y despliegue en el Congreso, que como siempre es caja de resonancia de la política doméstica.

En esta línea, el presidente de la comisión de Informática y Comunicaciones, Pablo Carro, citó a una primera reunión informativa para este martes a las 15 hs y están invitados especialistas financieros y de ciberseguridad para que expliquen el funcionamiento de los mercados cripto y cómo pudo haber operado la estafa.

Reducción de daños

Tras una semana negra, ahora el Poder Ejecutivo está abocado a administrar los efectos de la crisis con reducción de daños, intentando desplazar la agenda hacia otros tópicos como el exitoso de Milei a Estados Unidos, donde recibió un espaldarazo de Donald Trump, de Elon Musk y hasta se sacó una foto con la directora del FMI, Kristalina Gueorguíeva.

Con esas gestualidades en la tierra del Tío Sam, el Gobierno vende la noticia de que el acuerdo para un nuevo programa de facilidades extendidas con el Fondo está más cerca que nunca y que permitirá blindar de reservas al Banco Central lo suficiente como para llegar a las elecciones sin turbulencias en el plano cambiario.  

La exhibición de esos apoyos internacionales como trofeos no son suficientes para apagar el incendio, pero representan al menos un atisbo de reacción en medio del caos desatado por la bomba Libra, que dañó la imagen general del Gobierno en el mundo.  

Si la multitudinaria marcha "antifascista" no le movió la estantería al Gobierno, y hasta le sirvió a Milei para exacerbar su batalla cultural y guerra santa contra la agenda “woke” o progresista, el caso Libra fue una bala que sí entró porque pegó de lleno en el cuadrante donde juega el oficialismo.

El escándalo Libra mostró una falla en un terreno que se supone que es dominado a la perfección por Milei, un economista que se autodenomina “experto en crecimiento económico con y sin dinero”. 

A quienes indujo a invertir están mucho más cerca culturalmente del ecosistema libertario que de quienes ven a Milei como un líder negativo. 

Uno de los síntomas de este cimbronazo se vio en la cuestionada entrevista que el presidente le concedió al periodista Jonathan Viale. En ese intercambio parcialmente guionado, Milei ensayó una módica autocrítica. 

Por un lado reconoció que en adelante no podrá disociar entre el presidente y el economista que hace negocios para promover intereses privados. Donde el sistema debería -para Milei- ver transacciones libres entre agentes privados, lo que ve es un conflicto de intereses. Comprendió que ya no podrá sustraerse a esa lógica.

Pero además reconoció que tiene que levantar murallas en su entorno para filtrar quien puede entrar a su círculo de confianza y quien no. Sin querer le dio la razón a Macri, quien al comienzo de la gestión le había bajado el precio al presidente diciendo que era "fácilmente infiltrable". 

La línea de investigación de la Justicia lleva a Karina Milei porque se la apunta como vértice de una supuesta asociación ilícita de dedicada al tráfico de influencias y cohecho mediante cobro de coimas millonarias. 

Eso explica por qué todavía no se aplicó la guillotina en el Gobierno. Nunca el presidente va a prescindir de su hermana, a quien considera el alma de La Libertad Avanza y también el órgano de validación exclusiva de la gestión. 

Quien quizás recibió la peor parte fue Santiago Caputo, que fue quien se hizo cargo de la estrategia de defensa comunicacional de Milei y pagó el costo por la filtración del crudo de la entrevista con Viale. 

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