En una extensa sesión, el Senado continuaba tratando esta noche el proyecto de ley referido al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el cual será convertido en ley en pocos minutos.

Juntos por el Cambio se había comprometido en la previa a contribuir con el quórum y luego votar a favor de la iniciativa que evitará que el país entre en cesación de pagos con el organismo financiero.

En cambio, el oficialismo votará dividido a raíz de las discrepancias de parte de los senadores que responden a la vicepresidenta Cristina Kirchner con las condicionalidades exigidas por el FMI y con el programa económico comprometido por el Gobierno, al que consideran de "ajuste".

Con el Congreso totalmente blindado con vallas y profusa presencia policial para prevenir disturbios como los que ocurrieron la semana pasada en las inmediaciones del Palacio Legislativo, la titular del Senado abrió la sesión pasadas las 14:00, con los legisladores del oficialismo y la oposición sentados en sus bancas, superando con creces la mayoría de dos tercios de la Cámara necesaria para habilitar el tratamiento en el recinto.

Las organizaciones de izquierda volvieron a movilizar frente al Parlamento, pero en esa ocasión la manifestación se desarrolló con normalidad y sin incidentes. 

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Tras un homenaje conjunto de todas las fuerzas a las víctimas del atentado a la Embajada de Israel, en el día en que se cumplen 30 años de aquel trágico episodio, el senador del Frente de Todos Ricardo Guerra, en su condición de miembro informante del oficialismo, presentó los ejes centrales del proyecto.

Al respecto, detalló que los compromisos asumidos por el Gobierno en materia económica tendrán una duración de dos años y medio, al tiempo que el Estado tendrá un período de gracia de cuatro años para cumplir con las obligaciones de deuda.

Por otra parte, el riojano mencionó que los desembolsos que irá haciendo el FMI estarán sujetos a la aprobación del organismo acreedor en las revisiones trimestrales sobre el cumplimiento de las metas. 

Y precisó asimismo que el primer desembolso está previsto para antes de que finalice el mes, por un monto de 9.760 millones de dólares.

Según afirmó, los objetivos de reducción gradual del déficit fiscal "no resentirán el crecimiento económico" y "se proseguirá con la inversión en infraestructura, ciencia y tecnología e inversión social".

El programa prevé una baja del déficit primario al 2,5% del PBI durante este año, al 1,9% en 2023, y del 0,9% en 2024.

Por su parte, el senador de la UCR Martín Lousteau, destacó la decisión "responsable" que adoptó Juntos por el Cambio para acompañar el proyecto y así evitar un escenario de default.

"En cuatro días habrá un vencimiento con el FMI de alrededor de 2800 millones y en la comisión de Presupuesto los funcionarios dijeron que no están las reservas netas para hacer ese pago. Dijeron que si no hacemos el pago, ya no se puede hacer un acuerdo con el Fondo porque ya habría default", subrayó el miembro informante del interbloque opositor.

Según aseguró, el no pago al FMI traería "un montón de consecuencias, todas muy graves".

"El ministro de economía dijo que nunca se atravesó un default con organismos multilaterales, y que sería más grave que con los bonistas privados. Sería una cesación de pagos con todos los países del mundo que son accionistas del FMI, y que tendríamos cero crédito del BID, del Banco Mundial, el CAFF. No habría inversión extrajera directa, las multinacionales no podrían pedir crédito a sus casas matrices. Nadie nos prestaría", enumeró.

"Pero además aumentaría el dólar, la inflación y la pobreza, y súbitamente sobre una base que ya sabemos que está muy mal", agregó.

En ese sentido, Lousteau resaltó que "la tarea que estamos haciendo acá es evitar sufrimientos mayores aún al pueblo argentino".

En tanto, señaló que quien "mejor lo dejó en claro" fue el ministro de Interior, Eduardo "Wado" de Pedro, que dijo que el acuerdo con el FMI "evita la catástrofe económica en la Argentina".

"Ha habido una irresponsabilidad muy grande por parte del oficialismo. En la Cámara de diputados entró un mal proyecto y hubo que trabajar a destajo para sacar adelante un proyecto que fuera votable por una mayoría y evitar una catástrofe", recordó el economista, que desmintió que la deuda contraída con el FMI haya sido usada para financiar la fuga de capitales.

"Se usó para cancelar deudas anteriores y para financiar la importación de gas", explicó.

El también radical Víctor Zimmermann coincidió con Lousteau en que "entrar en default sería por ejemplo no tener créditos internacionales, no tener acceso a los organismos bilaterales de crédito, aumento de la emisión monetaria para poder financiar el déficit del gasto público".

"Lo que vamos a hacer hoy en base a nuestras facultades institucionales es autorizar un nuevo préstamo para refinanciar 40 mil millones de deuda, y 4.500 quedarían de libre disponibilidad, para refuerzo presupuestario, como reconoció el ministro de Economía (Martín Guzmán) el lunes en este mismo Senado", apuntó.

El chaqueño aseveró que refinanciar la deuda con el FMI "es una condición necesaria, pero insuficiente en sí mismo, porque la deuda con el Fondo es solo el 12% de la deuda total de la Argentina".

A su turno, el senador misionero Maurice Closs (Frente de Todos) responsabilizó al Gobierno de Macri por haber forzado al país a retornar al FMI y si bien reconoció algunos de los argumentos de Juntos por el Cambio respecto de adónde fue el dinero del préstamo, recordó que "el endeudamiento de punta a punta del gobierno anterior no creció solamente estos 45 mil palos del Fondo Monetario, creció 100 mil<<<<<3.

En ese marco, el exgobernador misionero afirmó que “nadie puede dudar que el peor error que se cometió fue garantizar la salida de las divisas -llámenle fuga, capital timbero, cobarde, como quieran-, se le garantizó la salida a un tipo de cambio de $20 allá por abril de 2018, y ese fue el problema: cedieron reservas cuando no teníamos y se garantizó una rentabilidad del 20% en dólares, con el famoso carry trade”.

En ese marco, dijo que la administración de Cambiemos debería haber "sujetado las reservas, tendría que haber subido el tipo de cambio, algo tendría que haber hecho".

"Eso debe quedar claro: que se llegó a este prestamista de última instancia porque se perdió la confianza", resaltó.

El riojano Julio Martínez (UCR) dijo que en este debate es necesario deponer cualquier tipo de "especulación política o personal" y actuar en pos de "evitar males mayores".

"No está en nosotros empujar al abismo a un gobierno. Venimos a ayudar para que Argentina no integre la lista de los países que entraron en default", añadió.

La senadora puntana María Eugenia Catalfamo, del Frente de Todos, dio a entender que no votará a favor del proyecto porque "cuando se legitima una deuda como se está haciendo en este caso se traba el desarrollo nacional".

"Esto no va en contra de nuestro Gobierno nacional, sino que es estar a favor de nuestras convicciones e ideales que siempre vamos a estar defendiendo", sostuvo.

"La salvedad con respecto a otros debates a lo largo de la historia es que esta vez se trata de la mayor estafa que haya sufrido nuestro país en la larga y triste historia que tienen el FMI y la Argentina", subrayó.

La legisladora oficialista consideró que "toda deuda odiosa siempre tiene claros responsables y perjudicados, que en este caos es claramente el pueblo argentino".

En este sentido, Catalfamo reclamó a la Justicia que "se expida lo antes posible respecto de todas las denuncias presentadas" contra los funcionarios del Gobierno anterior por la deuda contraída.

"El propio FMI reconoció que el dinero prestado al Gobierno de Macri no cumplió con los objetivos trazados", recordó.

En la misma sintonía, la chaqueña María Inés Pilatti Vergara (Frente de Todos) calificó el préstamo del FMI como "la mayor estafa de la historia", que violó los propios estatutos del organismo y que tuvo como "objetivo" la reelección de Macri.

"Hace no mucho tiempo desde el FMI y los voceros de Trump reconocieron que fue un préstamo político y que el objetivo era lograr la reelección de Mauricio Macri", indicó la chaqueña.

Para la senadora kirchnerista, "fue una estafa porque Macri recibió un país desendeudado y sin embargo desde la primera hora de su gobierno" generó "las condiciones" para volver al FMI.

"Acá hubo connivencia, una estafa premeditada, alevosa", insistió, y discrepó con la mayoría de los oradores que le precedieron en el uso de la palabra al sostener que no creía que "votando este proyecto sea salvar al pueblo del default".

"Esto es prolongar la agonía. Tarde o temprano las consecuencias del default la vamos a sufrir", vaticinó, y agregó que "el pueblo no está en condiciones desde ningún punto de vista de soportar un ajuste más". 

"Ojalá que me esté equivocando, pero si no es así, espero que la Justicia se lo demande a los responsables", remató Pilatti Vergara.

También adelantó su rechazo al acuerdo la salteña Nora Giménez (Frente de Todos), quien aclaró que no votará "en contra del Gobierno" sino "en contra de la deuda ilegítima que dejó Mauricio Macri y en contra del FMI".

La senadora nacional del Frente de la Concordia misionero Magdalena Solari Quintana justificó su voto a favor enarbolando el planteo de que "se trata del mal menor para darle estabilidad a la gente". 

En los discursos de cierre, el formoseño Luis Naidenoff, en su condición de titular de la bancada radical, explicó las razones por las cuales resolvieron respaldar el proyecto que autoriza el financiamiento para que el Poder Ejecutivo cancele la deuda con el FMI. 

"Acompañamos por un sentido de responsabilidad política. Porque Juntos por el Cambio no es una fuerza testimonial y porque tiene vocación de poder en la Argentina.

Y agregó que la aprobación de la ley "quizás sea el mal menor como consecuencia de la mala praxis de un retardo en la negociación".

"Por eso es lamentable que algunos sectores duros no acompañen. Es una irresponsabilidad", fustigó.

En este sentido, cargó contra los senadores de provincia que no votarán a favor del proyecto, lo cual tildó de "inadmisible" e "irresponsable", ya que un default provocaría el "incendio" de las economías provinciales.

"Que en esta casa federal algún senador o senadora de provincia no acompañe este proyecto resulta inadmisible y una irresponsabilidad política. El 80% de las deudas provinciales se hacen en moneda extranjera. Si Argentina entra en default, se incendian las provincias".

El jefe del interbloque de Juntos por el Cambio, Alfredo Cornejo (UCR), destacó que incluso algunos de los senadores del Frente de Todos "reconocieron que tenemos un problema estructural con el déficit y que el déficit origina deuda".

"Eso es un principio de entendimiento: nos estamos comprendiendo más de lo que esperábamos", valoró el mendocino.