El grupo de 41 diputados nacionales encabezados por el radical Julio Cobos insistió hoy con la convocatoria a una sesión especial para tratar la situación de los créditos UVA, un problema que involucra a cerca de 100.000 familias y que se profundiza semana a semana a medida que sube la inflación.

La citación para este miércoles a las 14:00 ya estaba en pie desde fines de febrero y ahora el mendocino vuelve a presionar ratificando la convocatoria, pero va a ser muy difícil que prospere ya que no hay acuerdo no sólo en el Frente de Todos sino que tampoco convence a todo Juntos por el Cambio la solución propuesta para que sea el Estado el que se haga cargo de las consecuencias de contratos privados firmados libremente por particulares.

La realidad es que la iniciativa de “Renegociación de los contratos para créditos de vivienda única otorgados en unidad de valor adquisitivo (UVA)" ni siquiera tiene aún dictamen de las comisiones de Finanzas y Presupuesto, que se reunirán en un plenario a las 12:00 del mismo miércoles para abordar 11 expedientes sobre el tema. Allí los promotores del proyecto presionarán para firmar despacho, pero si tal como se prevé no logran una mayoría, la sesión posterior caerá en saco roto.

Cobos ya venía amenazando con convocar a una sesión especial si desde las comisiones, ambas controladas por el oficialismo, seguían sin poner en agenda la problemática. Dio un paso en ese sentido cuando a principios de este mes logró amalgamar detrás de esta causa a legisladores de los dos bloques radicales, del PRO, del interbloque Federal, de Provincias Unidas e incluso a cuatro diputados del Frente de Todos, que firmaron el pedido de sesión enviado oportunamente a la presidenta de la Cámara, Cecilia Moreau, como una forma de presionar. 

Consciente del costo político que implicaría que la oposición convoque al recinto y el tema se caiga por falta de apoyo oficialista, el presidente del bloque oficialista, Germán Martínez, intervino para desactivar la sesión: ordenó que se reúna el plenario de comisiones para tratar el tema con prioridad. La última vez que la situación de los hipotecados UVA había estado en agenda había sido el 18 de noviembre pasado en la comisión de Finanzas, encabezada por Alicia Aparicio.

La intervención del santafesino puso paños fríos y tranquilizó momentáneamente a Cobos, pero la poca perspectiva de que las comisiones puedan reunir el volumen necesario para dictaminar volvió a poner al radical a la ofensiva, reiterando la convocatoria a la sesión del miércoles.

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En el Frente de Todos trataron de contrarrestar la jugada aduciendo que en dos reuniones más, el plenario de comisiones va a estar en condiciones de dictaminar, ya sea un solo proyecto de consenso o dos en caso de que el acuerdo no se logre, dirimiendo la cuestión en posteriormente en el recinto. El radical ya no cree en promesas y este lunes volvió a circular en la prensa el pedido de sesión que ya lleva tres semanas de vida.

El argumento central de los impulsores del proyecto es que aquello que la política no soluciona, lo resuelve la Justicia de una forma más desprolija y a mayor costo. En efecto, en un reciente fallo la Justicia Federal de Mendoza le dio la razón a un deudor de crédito hipotecario UVA que estaba en serias dificultades para salir de la morosidad.

En esas circunstancias, el magistrado instó al Banco Nación a retrotraer la deuda a las condiciones del mes de agosto de 2019, suprimir el UVA como parámetro de actualización de ese crédito hipotecario, y en su lugar aplicar el Coeficiente de Variación Salarial (CVS) como índice de actualización.

El presidente Alberto Fernández aplicó políticas transitorias de congelamiento de las cuotas de créditos UVA, pero la medida caducó hace varios meses y el problema de fondo no sólo subsiste sino que se agravó.