Numerosos colegios de la Ciudad de Buenos Aires continuaron este lunes con las clases presenciales en un clima de especial tensión en el que se entremezclaron los cortocircuitos entre el Gobierno Nacional y porteño, un paro de docentes porteños que no avalaron continuar con el dictado de clases presenciales y distintas manifestaciones de padres tanto a favor como en contra de la decisión del Gobierno de la Ciudad.

Por su parte, la Corte Suprema de Justicia aceptó su competencia originaria en el caso, por lo cual deberá resolver la acción declarativa de certeza presentada por el gobierno porteño en el marco del conflicto por las clases presenciales.

La ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, señaló en diálogo con Eduardo Feinmann en el programa Alguien tiene que decirlo que se emite por Radio Rivadavia: "La gran mayoría de los colegios han abierto".

"Hoy es un día muy dispar, pero con la certeza de que las escuelas van a abrir y de que mañana todos los chicos van a estar en las aulas", indicó, a la vez que dijo: "En el último mes, solo tuvimos una tasa de contagio de 0,69%. Es decir que menos del 1% que fue a la escuela tuvo Covid-19".

Acuña manifestó además que "trabajar con chicos no es una actividad de riesgo" y expresó: "Las curva de contagios en la Ciudad se disparó un mes después del comienzo de clases. No está relacionado con la presencialidad en las escuelas".

Previamente en declaraciones televisivas, ministra dijo: "Estamos recién teniendo un relevamiento de que hay un 60% de escuelas que pudieron abrir. Muchas siguieron en la virtualidad por hoy pero mañana van a retomar la presencialidad".

"La evidencia nos muestra que hoy hay que continuar con las clases presenciales. Más adelante, si las variables sanitarias se modifican, quizás hay que reducir la presencialidad apuntando a los grupos que tienen más tasa de contagios, pero siempre basados en evidencia. Hoy la evidencia nos demuestra que las escuelas son lugares seguros", agregó la ministra.

Asimismo, en paralelo, padres del Conurbano realizan un "abrazo simbólico" en contra de las medidas adoptadas por el Gobierno Nacional, luego acatadas por la Provincia de Buenos Aires, que suspenden las clases presenciales y su suma una manifestación de padres en la Quinta de Olivos.

En la Quinta de Olivos, numerosos niños y padres se congregaron para pedir que continúen las clases presenciales con cacerolas y banderas en contra del Gobierno Nacional.

Manifestaciones similares se realizan en Pilar, en el kilómetro 46 de la Panamericana, y otros puntos de la Provincia de Buenos Aires. "Mucha tristeza por la impunidad de este Gobierno. Nos quiere muertos porque no nos da vacunas, y nos quiere brutos para poder seducirnos y que seamos todos empleados del Gobierno", indicaba una madre que se manifestaba en Pilar.

También hubo aplausos y abrazos simbólicos a las escuelas en la zona Sur. En Lomas de Zamora pidieron por la reapertura de los colegios y las clases presenciales.

En tanto, la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, acompañó en una escuela de San Isidro a padres, docentes y alumnos, con quienes cantó el Himno y resaltó que no va a permitir "que le roben el futuro a nuestros hijos y nietos".

También se realizó este lunes un paro docente de 24 horas en el que se encolumnaron distintos gremios porteños, con un masivo nivel de adhesión, de acuerdo con voceros gremiales.

El ministro de Justicia de la Nación, Martín Soria, pidió este lunes por la mañana que la Corte Suprema de Justicia intervenga en esta cuestión para llegar a una solución rápida del problema que se desató luego de que la Justicia porteña diera lugar a un amparo y resolviera continuar con las clases presenciales en la Ciudad, medida que Horacio Rodríguez Larreta decidió acatar.

En tanto, la Corte Suprema decidió enviar la demanda de la Ciudad al Gobierno Nacional para que conteste en un plazo breve, en tanto que el máximo tribunal se reunirá este martes y se estima que podría resolver algo en torno a la cuestión recién el jueves.