Uno de los detenidos por presunto lavado de unos 2.500 millones de euros en el marco de la Causa D’Alessio negó ante la Justicia tan siquiera conocer al falso abogado, desmintió que tuviera cuentas en el exterior –especialmente en las Islas Comoras- y pidió su excarcelación para atender a su madre en Italia y a sus hijas gemelas en México.

Se trata de Aldo Eduardo Sánchez, un financista de doble nacionalidad, argentina e italiana, quien le reclamó al juez federal de Azul, Martín Bava (subrogante en el juzgado de Dolores) que “verifique con los bancos lo antes posible” que las imputaciones que se le achacan son falsas.

“Ahí está demostrado totalmente mi inocencia y mi extrañedad (SIC) de todas estas bárbaras acusaciones. Y por favor si puede rever mi posición de detención porque soy el sostén de mi familia, y están teniendo serios problemas económicos para vivir. Y mis bebés necesitan ser atendidas”.

Álvarez desconoció un documento atribuido al Foreign Finance Bank, de las Islas Comoras, en el que figura una supuesta firma suya como parte de una operación financiera.

“Aparece un estado de cuenta de dos mil quinientos millones a mi nombre. ¡Por el amor de Dios! Por eso es urgente que contacten al banco que dirá la única verdad, que a mí no me conoce ni como cliente... Entonces podrá la entidad bancaria decir que nunca fui ni me conocen como argentino ni como italiano”.

Causa D’Alessio: detenido por lavar 2.500 millones de euros negó conocer al falso abogado

El documento en cuestión es un acuerdo comercial privado con la firma Eksi Group representada por Ahmet Cakmak. Ese –según la acusación por la que hoy está detenido- era uno de los mecanismos para el lavado de dinero. “Son falsos esos contratos. Todos los contratos que puedan aparecer son falsos. (…) Yo no firmé, esa no es mi firma. Por eso es importante que contacte a las entidades bancarias, porque eso confirmará mi inocencia”.

Sánchez explicó que incursionó en la compra y venta de jugadores de fútbol, que trabajó para el consulado de Francia en la región mexicana de Chiapas y que es dueño de una empresa de desarrollos inmobiliarios. Así, explicó un viaje relámpago, de 24 horas, a Panamá, en fechas coincidentes con las operaciones de lavado que se le reprochan: “Fui a encontrarme con una persona que es propietaria de 10 kilómetros de playa en Panamá, para ver si podía cerrar un contrato de trabajo”.

“Le pido, Sr. Juez, encarecidamente, que por favor verifique con los bancos estas barbaridades que sostienen contratos falsos, y un estado de cuenta millonario mío, donde los bancos podrán confirmar mi inocencia y aclarar mi posición”, insistió.

Sánchez aparece relacionado con un grupo de Whatsapp llamado “Buenos Aires”, en el que el ex juez de Dolores Alejo Ramos Padilla halló documentación sobre actividades supuestamente de lavado. Sánchez admitió que de ese grupo conoce sólo a Marcelo Patricio González Carthy de Gorriti, otro financista detenido en el marco de la investigación, pero no a los demás, entre ellos el propio D’Alessio.

La acusación contra Sánchez fue formulada por el fiscal de Dolores, Juan Pablo Curi, quien mencionó una “negociación de un contrato entre dos compañías, en virtud del cual se realizaría una transferencia bancaria millonaria en el exterior”.

“Los fondos en cuestión ascenderían a 2.500 millones de euros, con un primer tramo de mil millones y el resto a convenir entre las partes”, indicó. Sánchez fue detenido a fines del año pasado en Panamá y extraditado a la Argentina en los primeros días de enero de 2021.