Causa Cuadernos: llegó a la Corte la objeción de los arrepentidos por supuesta coacción
El empresario Carlos Wagner dijo que declaró bajo coacción para no quedar "injustamente detenido".
La oposición de algunos “arrepentidos” de la Causa Cuadernos a que sus declaraciones sean incorporadas al juicio oral porque presuntamente fueron obtenidas bajo coacción llegó a la Corte Suprema.
El ex titular de la Cámara Argentina de la Construcción (CAC) Carlos Wagner presentó un recurso de “queja” ante el máximo tribunal contra la decisión del tribunal oral que tiene asignado el expediente de rechazar un planteo para invalidar su declaración como arrepentido.
Wagner explicó que su declaración había estado “condicionada por una situación de coerción física que no estaba justificada, pues no existían riesgos procesales para disponer de su encierro” al inicio de la Causa Cuadernos.
El empresario afirmó que aceptó ser “arrepentido” a cambio de recuperar rápidamente su libertad, sin admitir ahora la certeza de aquellos dichos.
Su defensa, a cargo de los abogados Zenón y Federico Ceballos, pidió que su declaración como arrepentido no sea incorporada como prueba al momento de la realización del debate oral.
Pero el Tribunal Oral Federal número siete y la Cámara de Casación rechazaron ese planteo y le bloquearon el acceso a la Corte mediante un recurso extraordinario.
Entonces presentaron una “queja” para igualmente llegar al máximo tribunal para pedirle que trate “la oposición a que se incorpore al debate el acuerdo de colaboración celebrado por su representado (y también los acuerdos celebrados por aquellos colaboradores que sirvieron de prueba de cargo) con sustento en que dicho acuerdo había vulnerado la garantía de abstenerse de declarar contra sí mismo y el derecho a controlar la prueba de cargo”.
El tribunal oral, advirtió la defensa de Wagner, “responsabilizó a los defensores de reinstalar una cuestión ya tratada –algo totalmente inexacto– y luego desnaturalizó el sentido del planteo, al equipararlo con uno de nulidad –lo que constituyó un error conceptual grave- que selló su suerte”.
“Todo ello en un marco de incongruencia general, pues el mismo tribunal indicó que el pedido de no incorporar los acuerdos de colaboración sería tratado al momento de resolver la prueba”, subrayó.
Según la defensa de Wagner, “la decisión que rechazó el recurso extraordinario configura un nuevo agravio federal que, bajo fundamentos aparentes, se negó a tratar los agravios desarrollados en las instancias anteriores y que su carácter de tribunal intermedio y última instancia penal, le imponía el deber de atender”.
“Hasta el presente, ningún tribunal se avocó en instancia revisora al tratamiento de las cuestiones federales invocadas. A esta altura, la omisión de considerar cuestiones esenciales introducidas por las partes es un motivo clásico de arbitrariedad”, resumió el planteo.