Casación rechazó la libertad condicional del torturador Eduardo Ruffo
Fue uno de los más feroces represores del centro clandestino de detención conocido como "Automotores Orletti". Tiene múltiples condenas en su contra.
La Sala de Feria de la Cámara Federal de Casación volvió a rechazar la libertad condicional del ex agente de inteligencia Eduardo Alfredo Ruffo, uno de los más feroces torturadores del centro clandestino de detención Automotores Orletti durante la dictadura y condenado a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad.
Los jueces Carlos Mahiques, Daniel Petrone y Diego Barroetaveña consideraron que si bien por el tiempo que lleva detenido, casi 22 años, podría acceder al beneficio, los informes sobre su conducta son negativos respecto de la reinserción en la sociedad.
Ruffo se encuentra actualmente detenido en la modalidad de prisión domiciliaria, después de al menos cuatro condenas que se unificaron en una pena de prisión perpetua.
La libertad condicional había sido pedida por el defensor oficial del ex agente de inteligencia, a cargo de Rubén Darío Saggiorato.
El tribunal de Casación valoró el informe emitido por el Equipo Interdisciplinario de Ejecución Penal, “que tuvo en cuenta que respecto de Ruffo se infieren rasgos narcisistas y psicopáticos, dificultando la mensuración de los costos y resultados de sus decisiones. Impresiona aun presentar dificultades para la mensuración del daño ocasionado”.
Ruffo, quien también integró la organización paramilitar de ultraderecha Triple A antes del golpe de Estado de 1976, está condenado como autor de los delitos de “homicidio calificado por alevosía y por haber sido cometido con el concurso premeditado de dos o más personas; privación ilegal de la libertad agravada por mediar violencia o amenazas; e imposición de tormentos; sustracción, retención y ocultamiento de un menor de diez años reiterado en dos oportunidades”.
Ruffo, cuyo seudónimo era “Zapato”, operaba bajo las órdenes del difunto Aníbal Gordon y entre los delitos que se le reprochan figura la apropiación de la niña Carla Artes, secuestrada junto a su madre y llevada al centro clandestino de detención.
Madre e hija habían sido secuestradas en Bolivia y trasladadas a la Argentina en el marco del denominado “Plan Cóndor”.
Carla recuperó su identidad en 1985 y murió en España en 2017, a los 41 años de edad.
Ruffo también estuvo detenido por el secuestro del periodista Guillermo Patricio Kelly, ocurrido en los meses finales de la última dictadura.