La Cámara Federal de Casación rechazó la excarcelación de un militar procesado por delitos de lesa humanidad, entre ellos el secuestro de la hija de la vicepresidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, porque estuvo prófugo durante dos décadas oculto bajo una identidad falsa.

La Sala de Feria del máximo tribunal penal integrada por los jueces Juan Carlos Gemignani,  Eduardo Riggi y Carlos Mahiques, desestimó el pedido de excarcelación de Juan Carlos Vázquez Sarmiento, un represor de la Fuerza Aérea detenido tras dos décadas eludiendo la acusación de haber participado en el secuestro de la hija de la vicepresidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Rosa Roisinblit.

A fin de diciembre pasado, la Cámara Federal ratificó una medida dispuesta por el juez federal Daniel Rafecas, quien obtuvo la detención de Vázquez Sarmiento en un operativo en el que intervino la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) en un departamento de la localidad bonaerense de Ituzaingó.

Vázquez Sarmiento evadió a la Justicia utilizando un nombre falso: “Al momento de su aprehensión, se escondía detrás de una identidad que no le pertenecía, además de contar con un DNI y otras credenciales a nombre de Ricardo Néstor Orellano”.

“Vázquez Sarmiento brindó ese mismo nombre al ser interceptado por las autoridades policiales”, explica el fallo.

El represor está acusado por “privación ilegal de la libertad agravada por mediar violencia o amenazas reiterado en tres oportunidades”, en los casos de Patricia Julia Roisinblit –hija de la vicepresidenta de Abuelas-, José Manuel Pérez Rojo y Gustavo Pontnau, el 6 de octubre de 1978.

Roisinblit y Pérez Rojo estaban en pareja y tenía una hija que fue secuestrada junto a su madre y entregada poco después a un allegado, quien en ese procedimiento pudo entablar contacto con ambos y reconocer a varios de sus secuestradores.

Ese allegado, Marcelo Rubén Moreyra, recordó que recibió a la hija de la pareja con la indicación de Pérez Rojo de a quién entregarla para su cuidado, y en esa circunstancia Roisinblit alcanzó a gritar que estaba embarazada y que la llevaban a un lugar que no terminó de identificar.

La investigación posterior determinó que fue llevada a la ESMA para el parto y luego presuntamente su cuerpo fue arrojado al mar en los “vuelos de la muerte”.

Su hijo recuperó la identidad en 2000.