La Cámara Federal de Casación anuló un fallo que había concedido al represor Adolfo Miguel Donda, condenado a perpetua por delitos de lesa humanidad, una reducción de cuatro meses y medio en los plazos para acceder a beneficios carcelarios por aplicación del “estímulo educativo”.

Por mayoría, el máximo tribunal penal consideró que “los crímenes de esta laya resultan imprescriptibles, no pasibles de indulto ni amnistía, tampoco puede conmutarse o reducirse la respuesta punitiva impuesta”.

“El otorgamiento indebido de estos beneficios puede eventualmente conducir a una forma de impunidad, particularmente cuando se trate de la comisión de violaciones graves de derechos humanos”, sostuvo el camarista Alejandro Slokar, quien conformó mayoría con su colega Guillermo Yacobucci.

La tercera integrante del tribunal, Ángela Ledesma, votó en disidencia.

La aplicación de la condena por delitos de lesa humanidad “requiere de un análisis y requisitos más exigentes, con apego al principio de proporcionalidad y a los estándares interamericanos”, justificó la anulación del beneficio.

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La reducción de los plazos para acceder a morigeraciones del cumplimiento de la pena “constituye un agravio a las víctimas, pues las puede exponer a violencia, re-victimización e intimidación”, subrayaron los jueces.

Donda fue condenado a prisión perpetua en las causas denominadas ESMA II y ESMA Unificada como coautor de secuestros, torturas, homicidios y sustracción de menores, entre ellos su propia sobrina, la ex diputada y ex titular del INADI Victoria Donda Pérez.

Justamente en la actualidad está siendo juzgado en el Tribunal Oral Federal número seis por la apropiación de su sobrina. 

El represor era el jefe de operaciones del Grupo de Tareas 3.3.2.

En vísperas de una nueva marcha de recordación por el aniversario del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, el fallo que dejó sin efecto los beneficios para Donda destacó que “la administración de justicia frente a graves violaciones de derechos humanos es un elemento central para evitar la recurrencia de dichas violaciones y que promover una cultura de impunidad contribuye a crear ciclos viciosos de violencia”.