El suspendido juez de Avellaneda, Luis Carzoglio, declaró en Comodoro Py que tras negarse a detener a Pablo Moyano en 2018 le robaron sus teléfonos para borrar los contactos con el ex jefe de Jurídicos de la AFI Juan Sebastián De Estéfano,  uno de los que le había pedido en encarcelamiento del sindicalista camionero.

Además, describió que después de aquel episodio dos agentes de la AFI lo siguieron y se infiltraron en actos públicos en los que participó, entre ellos la celebración de los diez años de la creación del Polo Judicial de Avellaneda.

Carzoglio le dijo al juez federal Marcelo Martínez de Giorgi, quien investiga la causa por presunto espionaje ilegal durante el gobierno de Cambiemos, que el 16 de marzo último, tras un acto ante unas cien personas en la calle 25 de mayo 77 de Avellaneda, un desconocido se acercó para contarle que había sido seguido por dos agentes de la AFI, a quienes identificó como Mariano Ignacio Flores y Guillermo Julián Mata, quienes se desplazaban en un vehículo Volkswagen Polo negro.

El juez explicó que tras esa advertencia del desconocido, junto con su abogado, Diego Raidán, iniciaron una búsqueda en el servicio de fotos de Google y allí encontraron la presencia de uno de los dos espías en el acto por los diez años del Polo Judicial de Avellaneda.

Según la declaración de Carzoglio, se trata de Guillermo Mata, quien aparece identificado en una fotografía que el suspendido juez de Avellaneda aportó a Martínez de Giorgi. La fotografía fue publicada por el diario La Ciudad, de Avellaneda.

La identificación surge de la comparación con la fotografía de Mata que consta en el expediente judicial porque estuvo brevemente detenido al inicio de la investigación por orden del primer juez de la causa, Federico Villena.

Carzoglio recordó que en el acto por los diez años del Polo Judicial de Avellaneda no estuvieron ni fiscales, ni defensores oficiales, pese a que se trataba de un acontecimiento institucional.  Además, rememoró que unos diez días después de su rechazo a la detención de Pablo Moyano desaparecieron de su despacho dos teléfonos, uno personal y otro laboral, que tenía en su escritorio.

Los aparatos nunca aparecieron, pero cuando el suspendido juez los restableció con la compañía de telefonía celular, comprobó que habían desaparecido el contacto y los chats de Whatsapp con De Estéfano.

El magistrado mencionó que el ex presidente Mauricio Macri, a través de un mensaje que le transmitió el fiscal de Lanús Mariano Leguiza Capristo a su auxiliar letrado Mariano Albanese, le hizo llegar “un mensaje de que quería verlo”. Eso fue días previos a que recibiera –según detalló- la visita de De Estéfano y de otro jerárquico de la AFI, Fernando Di Pasquale, con la propuesta de detención de Moyano.