La líder de la Coalición Cívica-ARI, Elisa Carrió, repudió los dichos del presidente Alberto Fernández sobre el fiscal Diego Luciani y remarcó que se debe "prevenir que suceda algo grave con su familia y la de los jueces" del Tribunal Oral Federal 2, que interviene en el juicio oral de la causa Obra Pública.

"Estamos en una situación sumamente delicada, donde tenemos que prevenir que suceda algo grave con la familia (de los fiscales Luciani y Sergio Mola) y de todos incluidos. No se equivoquen, no solo se trata de los fiscales, es una amenaza a los jueces y también hijos", sostuvo la exdiputada nacional.

En declaraciones radiales, la referente opositora subrayó que la Corte Suprema de Justicia debe otorgarle una "custodia complementaria" a los magistrados del TOF 2, Rodrigo Giménez Uriburu, Jorge Gorini y Andrés Basso.

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Sin embargo, aclaró que no debe estar a cargo de la Policía Federal porque lo instrumentaría "el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández" y los jueces y fiscales caerían en "una trampa mafiosa". "La Corte tiene que tomar todas las garantías y poner las custodias por fuera de la jurisdicción federal", planteó la chaqueña, quien contó que mantuvo una conversación grabada con la secretaria del presidente del máximo tribunal, Horacio Rosatti.

Respecto a las declaraciones del jefe de Estado, Carrió alertó: "Decir que alguien se puede suicidar es la amenaza de los servicios de inteligencia". "Si Alberto Fernández es el presidente y no sabe que está acreditado el asesinato de Nisman, o tiene un problema psiquiátrico, o es mala fe y es una amenaza velada", afirmó.

Y concluyó: "El Presidente se ha puesto en un estado peligrosísimo. Estamos defendiendo el orden democrático que hasta ahora era (la vicepresidenta) Cristina Kirchner quien lo amenazaba, ahora es el Presidente. Y si estaba al lado y lo asesoró Aníbal Fernández, es un mensaje mafioso. Ellos salieron impunes del crimen de Nisman".