Una de las detenidas por el intento de asesinato de Cristina Fernández de Kirchner, Brenda Uliarte, denunció desde la cárcel que su vida intramuros es monitoreada durante las 24 horas, incluso cuando va al baño o se reúne con su abogado defensor.

El nuevo abogado de Uliarte, Alejandro Cipolla, presentó una acción de habeas corpus denunciando el agravamiento de las condiciones de detención, de las que se anotició cuando fue a visitarla al penal de Ezeiza el lunes.

“Se encuentra por directivas internas, con monitoreo constante a través de medios de grabación, siendo que dicha disposición no encuentra respaldad legal ante el Tribunal Oral Federal número  seis”, sostiene la presentación.

Cipolla explicó qué ocurrió cuando pidió entrevistarse con su clienta: “se me informó que debería entrevistarme en una sala médica, la cual poseía una cámara de grabación y un personal del servicio penitenciario escuchando la conversación”.

“Es decir no puede tener privacidad alguna, ni con terceros ni con su abogado de confianza. La conversación que mantuve con la detenida fue grabada”, añadió Cipolla.

Según Cipolla, la situación por la que atraviesa Uliarte “puede asemejarse a una tortura, agravando las condiciones de detención quien se ve impedida hasta de llevar a cabo su aseo personal sin ser sometida a un escrutinio constante, sin justificación alguna”.

El abogado le pidió a la Justicia que “haga lugar a la acción interpuesta, declare la ilegitimidad de la situación denunciada, ordene su cese inmediato y arbitre las medidas conducentes a fin de evitar que, las mismas vuelvan a suceder”.