El juez federal de Lomas de Zamora Federico Villena ordenó nuevas medidas de prueba que había solicitado la fiscal Cecilia Incardona: intenta determinar si el boeing 747 de Emtrasur es en la actualidad de la firma iraní Mahan Air, la cual está sospechada de vínculos con el terrorismo.

Días atrás la fiscalía reclamó más medidas de prueba, 11 en total, que se sumaron a unas 46 que se habían hecho ya la semana pasada.

El juez Villena hizo lugar al pedido y ordenó varias de prueba, ya que apuntan a determinar si el avión aún retenido en Ezeiza sigue siendo de la iraní Mahan Air o del gobierno Venezolano.

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Si bien se conocía que el avión fue vendido por la empresa Iraní a Emtrasur en enero pasado, para los investigadores hay sospechas de que sigue perteneciendo a aquella, pues el avión era comandado por personal iraní, entre ellos Gholamreza Ghasemi.

Además, se trata de establecer el vínculo entre la información proporcionada por el FBI que señaló que la empresa iraní está asociada a actividades terroristas en el Líbano. Por ello, la clave para la fiscal es saber si el avión sigue siendo o no propiedad de la empresa.

El otro punto clave es el piloto. Las sospechas apuntan a que no era un vuelo de instrucción como dedujo el Gobierno argentino, sino que era el piloto que trajo la aeronave al Aeropuerto de Ezeiza con otros fines que los comerciales.

Sumado a ello, intentan determinar si la tripulación de 19 miembros que llegó a Argentina era la originaria, y también si hay en los EE.UU. alguna investigación abierta sobre el piloto sospechado de haber pertenecido a la Guardia Revolucionaria Iraní.

En las últimas horas trascendió que de su teléfono se extrajeron fotografías de joven cuando realizó el Servicio militar Obligatorio en Irán, pero también otras de tanques, armas y banderas de Israel con proclamas en su contra.