La Cámara de Diputados avanzó hoy con el tratamiento del proyecto de ley de etiquetado frontal de alimentos, que apunta a marcar con un sello octogonal negro los empaques de aquellos productos que contengan exceso en azúcares, grasas, calorías o sodio.

Fue en el marco de un plenario de las comisiones de Legislación General, de Acción Social y Salud Pública, de Defensa del Consumidor y de Industria, que estuvo presidido por la diputada Cecilia Moreau (Frente de Todos), quien comunicó que la voluntad es firmar dictamen en la próxima reunión.

La presidente de la comisión de Legislación Penal se mostró conmovida y afectada por la muerte del ex ministro de Transporte Mario Meoni, con quien compartía militancia en el Frente Renovador.

El proyecto, que tiene media sanción del Senado, comenzó a debatirse en noviembre del año pasado, recién se reflotó el 23 de febrero y otra vez el tratamiento en comisiones quedó frenado hasta hace tres semanas.

El plenario de comisiones llegó a esta reunión, en la cual se discutió la letra chica del proyecto, luego de cuatro rondas de consultas con especialistas.

Al inicio del encuentro, Moreau sostuvo que se trata de un tema “trascendental y muy importante para todos los argentinos” y que en ese sentido "atraviesa a los bloques".

La legisladora massista le cedió la palabra en primer lugar a la radical Brenda Austin, quien resaltó que la iniciativa busca garantizar el "derecho de acceso a la salud".

La cordobesa resaltó que la iniciativa da respuesta a la preocupación que existe en torno a un problema como es la obesidad, y detalló que en nuestro país "seis de cada diez personas adultas tienen sobrepeso u obesidad", en tanto que "cuatro de cada diez niños o adolescentes, también".

La opositora destacó que la iniciativa contemple "la regulación de lo que se vende en los entornos escolares", al tiempo que establece reglas para que los niños "no sean carne de cañón de estrategia publicitaria".

Austin subrayó que es un proyecto que permite que "podamos tener al alcance de la mano información sobre lo que estamos comiendo", al tiempo que negó que sea "un proyecto que atente contra la industria, que busca dejar sin fuentes de trabajo".

El también radical Federico Zamarbide valoró la iniciativa y aseveró que "no existe libertad de mercado si no existen consumidores correctamente informados". 

Por el oficialismo, la kirchnerista Daniela Vilar pidió "no dilatar más el proceso" y aprobar el proyecto, que apunta a "generar el acceso a la información de manera clara y transparente".

La legisladora del Frente de Todos precisó que "el 46% de niños y niñas de entre 2 y 7 años consumen al menos una vez por día alimentos no recomendados",  y agregó que "niños en contexto de pobreza tienen un 31% más de probabilidad de tener sobrepeso o mal nutrición".

En este sentido, consideró que "los octógonos son necesarios y oportunos" para que "quienes brindan asistencia alimentaria en nuestros barrios populares puedan acceder a información oportuna".

Por su parte, el radical Alejandro Cacace dijo que de acuerdo a un estudio experimental del Ministerio de Salud, la etiqueta negra logra "capturar mejor la atención" de los consumidores;