A días de las elecciones, Alberto Fernández se mostró con Evo Morales y Correa, y apuntó contra la Corte
El presidente acompañó a Morales en la presentación del libro "Evo: Operación Rescate", de Alfredo Serrano Mancilla. El evento tuvo lugar en la Embajada de México.
A diez días de las elecciones, el presidente Alberto Fernández hoy en una actividad política junto a los ex mandatarios de izquierda Evo Morales (Bolivia) y Rafael Correa (Ecuador) y cuestionó a la Corte Suprema al compararla con el máximo tribunal de Brasil.
Al exponer en la Embajada de México en la presentación de "Evo: Operación Rescate", un libro de Alfredo Serrano Mancilla, el jefe de Estado argentino comparó la situación atravesada por Morales con la de Cristina Kirchner, Correa y el brasileño Lula Da Silva, quien fue absuelto por la Justicia luego de ser condenado y permanecer preso durante 580 días a raíz de un supuesto caso de corrupción.
"Cada vez que veo que el Estado de derecho se lastima, trato de alzar mi voz y ponerme del lado del lastimado. por eso lo fui a ver a Lula estando preso y por eso fui a ver al Papa (Francisco). Y el tiempo me dio la razón: el mismo juez (por Sergio Moro) que encarceló a Lula, sin argumentos suficientes, se convirtió en ministro del Gobierno que lo apresó", señaló.
Sin embargo, explicó: "Brasil tuvo la suerte, que hasta aquí no hemos tenido nosotros, de contar con una Corte Suprema digna, capaz de autorevisarse y de corregir los abusos y atropellos cometidos. Y hoy Lula está libre, trabajando, recorriendo su país para volver a ponerlo en la mejor senda. Lo que padeció Lula no es muy distinto a lo que padeció Cristina y a lo que padece Rafael (Correa)", expresó Fernández, quien escribió el prólogo del libro de Serrano Mancilla.
En otro pasaje de su discurso, Fernández elogió la gestión de Morales durante su período como presidente de Bolivia: "El único país que cambió las estructuras económicas de cuajo fue Bolivia. Es lo que no le perdonaron. Bolivia se animó a hacer lo que muchos no se animaban, a nacionalizar los hidrocarburos".
En otro orden, Fernández volvió a apuntar contra el secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, por el rol que ese organismo regional tuvo en la gestación del golpe institucional que en noviembre de 2019 eyectó a Morales del Gobierno de ese país, y lo obligó a refugiarse en el exterior.
El jefe de Estado argentino tildó de "patético" que el secretario general de la OEA "siga siendo" quien ayudó al levantamiento militar contra Morales al difundir un dictamen que "fraguó el resultado" de los comicios que había ganado legítimamente el líder del MAS.
""El dictamen de la OEA mostraba un distrito de Bolivia donde decían 'acá está la prueba más evidente del fraude, Evo aparece ganando con el 92% de los votos'. Y claro, con semejante número hicieron dudar a muchos, pero después Lucho (Luis Arce) sacó el 95% en ese lugar", destacó.
"Es patético que el secretario general de la OEA siga siendo quien hizo eso", sentenció.
Fernández recordó que él lo había visitado en la campaña electoral y estaba muy confiado en que le iba a ir bien.
Sin embargo, al escuchar rumores sobre la preparación de un supuesto fraude electoral de parte del oficialismo, propuso sumar dos veedores argentinos a la veeduría de la OEA para constatar que no sucedieran irregularidades en la votación y el escrutinio.
"Ahí conocimos la parte más canalla de la OEA. No sólo porque con sus dictámenes terminó fraguando un resultado de manera penosa y vergonzosa sino porque se animó a decir que los dos argentinos que habían dicho que nada irregular había pasado en esa elección eran espías", evocó.
Fernández también relató las peripecias y los acontecimientos frenéticos que sucedieron en los agitados días posteriores a la renuncia de Morales, cuando la vida del líder indigenista estaba en peligro y debió esconderse junto a su familia durante varios días en la selva boliviana hasta que lo pudieran extraer para su asilo político en otro país.
El mandatario argentino señaló que estaba reunido con el Grupo de Puebla cuando le llegó la información de que Morales había renunciado y que necesitaba urgentemente un salvoconducto al exterior.
Contó que en esas circunstancias se puso en contacto con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien ofreció su ayuda y envió un avión a buscar a Morales.
Para llegar a México, sin embargo, el avión debía hacer escala en alguna ciudad intermedia para cargar combustible, y Fernández contó que en medio de sus gestiones con distintos países de Latinoamérica llegó a contactarse con el entonces presidente Mauricio Macri para que autorizara el asilo de Morales en el país.
"Hablé con el presidente de Argentina de aquel entonces, le expliqué lo que estaba pasando y le dije que la vida de Evo estaba en peligro y que Argentina debía darle asilo. Pero la respuesta que recibí fue: 'Pero vos sabes que vamos a tener a toda la izquierda todo el día frente a la casa de Evo, nos van a volver locos. No me metas en este lío'. Esa fue la respuesta que encontré", aseguró.
Finalmente, Fernández consiguió que el presidente de Paraguay, Mario Abdo, proporcionara ayuda para recibir al avión que trasladaba a Morales, previo paso a su destino final en la Ciudad de México.
"Muchas gracias hermano Alberto, me salvaron la vida", agradeció Morales cuando le tocó tomar la palabra.
El ex presidente boliviano permaneció en México hasta que Alberto Fernández asumió en la Casa Rosada: el nuevo contexto político en Argentina llevó a Morales a tomar la decisión de continuar su asilo político en Buenos Aires.
En la capital porteña residió hasta que triunfó su delfín Luis Arce en las presidenciales de octubre del año pasado.
En el evento estuvieron presentes, entre otros funcionarios, el canciller Santiago Cafiero; la ministra de Mujeres y Géneros, Elizabeth Gómez Alcorta; su par de Defensa, Jorge Taiana; de Cultura, Tristán Bauer; además del senador nacional Oscar Parrilli, el Premio Nobel Adolfo Pérez Esquivel y el diputado nacional Carlos Heller.