Alberto Fernández y el nuevo presidente de Colombia, Gustavo Petro, se reunieron durante más de media hora en la previa a la ceremonia de asunción en Bogotá, donde dialogaron sobre las relaciones bilaterales y los desafíos de la agenda regional.

"Tengo esperanzas de una Colombia activa en la integración latinoamericana", subrayó el mandatario argentino en la Casa Privada del Palacio de San Carlos, la residencia histórica de Simón Bolivar.

Del encuentro participaron también el canciller Santiago Cafiero y su par colombiano, Alvaro Leyva Durán.

Petro, que en su juventud militó en el movimiento guerrillero 19 de abril, se convirtió hoy tras su jura en el primer presidente de izquierda de su país.

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Como parte de su agenda doméstica, el jefe de Estado del país cafetero se propone cerrar un acuerdo de paz con los resabios del Ejército de Liberación Nacional (ELN), cuyos integrantes ya se integraron en su  mayor parte a la vida institucional y democrática.

"Hemos seguido con atención las propuestas y lineamientos de alcanzar una paz total, tanto durante la campaña electoral como luego del triunfo. Estamos decididos a continuar y reforzar el compromiso y apoyo argentino con la paz en Colombia", manifestó Alberto Fernández, antes de regresar al hotel donde se hospeda.

"Apoyamos la decisión de Petro de retomar el diálogo con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y transmitimos la disposición de la Argentina para acompañar este proceso", dijo en la misma línea.

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Otro de los temas que estuvieron sobre la mesa en la charla bilateral fue el impacto de la guerra entre Rusia y Ucrania en América Latina, además de las consecuencias del cambio climático y los efectos colaterales de la pospandemia del Covid-19.

La asunción de Petro en Colombia ratifica el cambio de tendencia ideológica en la región con la llegada de gobiernos de signo progresista, que empezó con Andrés Manuel López Obrador en México, Alberto Fernández en Argentina, siguiendo por Luis Arce en Bolivia, Pedro Castillo en Perú, Gabriel Boric en Chile, más la perpectiva favorable del retorno al poder de Luiz Inacio Lula Da Silva en Brasil de cara a los comicios del 2 de octubre, cuando enfrentará al actual presidente, el derechista Jair Bolsonaro.