El presidente Alberto Fernández reiteró su postura a través de un nuevo mensaje contra los discursos de odio tras el intento de magnicidio contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Lo hizo desde el municipio de San Martín, en el marco de la entrega de mil notebooks a estudiantes, a los que le pidió ayuda para construir una Argentina contra la discriminación y en favor de la coexistencia pacifica de los sectores. 

En un acalorado discurso, en el que hizo uso del lenguaje inclusivo, el mandatario pidió: "En la historia del mundo los jóvenes revolucionaron una y otra vez al mundo y lo hicieron pensar. Les pido que me ayuden como jóvenes a que la Argentina entienda la necesidad de cambiar, de respetarnos, que entienda que estamos hartos de la violencia, que nos necesitamos y que podemos vivir en la diversidad".

En la misma línea continuó: "Les hablo porque sé que saben de lo que hablo, ustedes conviven con sus compañeros, con los que piensan distinto, son los que no hacen discriminación al genero de su compañero, compañera y compañere. Ayúdenme a construir esa Argentina, es la que nos hace falta, necesitamos de todos ustedes". 

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Sus palabras llegaron luego de la entrega de computadoras pertenecientes al programa Conectar Igualdad, suspendido bajo la gestión del ex mandatario Mauricio Macri y reemplazado por otro. El jefe de Estado hizo mención al suceso durante su exposición y cuestionó la política educativa de Cambiemos.

Desde el reinicio de la iniciativa, se entregaron 453.805 notebooks, y se esperan 700.000 más para lo que resta del año. Sin hacer mención de las reducciones del ministro de Economía, Sergio Massa, en el programa, Fernández aseguró que hay un millón de equipos licitados.

El Conectar Igualdad contaba con un presupuesto de $85.785,65 millones y a posterior del desembarco del tigrense en el Gabinete debió afrontar reducciones presupuestarias de $30.000 millones, una caída del 35% sobre el presupuesto vigente.

"Para conocer el saber hizo falta contar con una computadora. Lo que en mi época era una biblioteca hoy en gran medida son las computadoras. Que un chico una chica, un chique no pueda estudiar porque no cuenta con una computadora es postergarlo y frustrarlo", contó al tiempo que destacó que la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner en 2010 "advirtió la carencia" y dio inicio al plan. 

A su parte, continuó: "El programa fue muy bien, más de cinco millones de computadores se distribuyeron y vinieron otros cuatro años donde algunos no pensaban igual que nosotros. Sé que vivimos un tiempo de desaliento y que los jóvenes están descreídos, les cuestan pensar en su futuro, pero algunos creemos que hay que pensar en esos jóvenes y garantizarles un mejor futuro, y para eso, el estudiar y el conocer, el desarrollo científico y la tecnología son pilares centrales para el ser humano". 

"Durante cuatro años eso no se entendió así, algunos creyeron que la escuela pública era un lugar donde caían desgraciadamente, otros creían que esas universidades no tenían sentido porque los hijos de los pobres no iban a ir a la universidad. Nosotros creemos que todos y todas deben aprender. En esos cuatros años hicieron políticas donde abandonaron la entrega de estas computadoras y el sistema se ralentizó", enfatizó el mandatario en referencia a los polémicos dichos de Macri y de la ex gobernadora bonaerense y actual diputada María Eugenia Vidal

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Por último, el jefe de Estado abogó por una sociedad "más igualitaria", donde el que piense distinto "no sea objeto de odio", y concluyó: "Hoy estamos dándoles un derecho que ustedes tienen. Cuando algunos siembren dudas en su cabeza o su corazón tengan en cuenta que tienen una vida por delante, tienen mucho que construir y que están en sus manos construir una sociedad igualitaria, que a todos y a todas integre y que nadie discrimine. Una sociedad donde el odio sea una palabra que no se pronuncia más".

Durante el acto, estuvieron presentes también los ministros de Educación, Jaime Perczyk, y de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, y el intendente local, Fernando Moreira.