El vocero presidencial, Manuel Adorni, se refirió a los cambios en la conducción de la Aduana y negó que se haya tomado la decisión como consecuencia de la causa judicial, sino que adjudicó la medida a una "reestructuración".

De esta manera, el portavoz explicó los motivos que llevaron a desplazar a Rosana Lodovico de la Dirección General de Aduanas. En su lugar, fue designado Eduardo Mallea.

El desplazamiento de Lodovico se dio luego de que se realizara una denuncia por supuesta corrupción en su contra: se la acusa de recibir sobornos de una empresa señalada por contrabando.

“La funcionaria no se va de Aduana”, aclaró el vocero, y agregó que su salida como directora del organismo responde a una “reestructuración que se está haciendo en AFIP y que va a continuar en otras áreas y con otros funcionarios”.

Consultado respecto a las denuncias por las que se la investiga respondió: “Las investiga la justicia, esta persona tiene décadas de antigüedad en la Aduana”.

“Entiendo también que es una persona técnica y no queremos juzgarla, la titular del AFIP ha entendido que no puede juzgarla sin que avance el proceso judicial”, insistió tras la convocatoria de la titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Florencia Misrahi.

Por último, reveló que Lodovico “va a seguir relacionada al organismo en otro cargo”, e insistió en que el Gobierno dejará que “la justicia investigue”.