A los 82 años, murió Roberto Perdía, quien había sido miembro de la organización Montoneros durante la década de 1970 y que, durante la dictadura militar argentina, tuvo que mantenerse exiliado en Madrid.

Según fuentes oficiales consultadas por Noticas Argentinas, Perdía “había sido operado hace diez días por una ulcera intestinal” provocada por medicamentos que tomaba por dolores de rodilla. 

Si bien salió en buenas condiciones, “luego se complicó”, informaron.

Perdía nació en Rancagua, provincia de Buenos Aires, el 9 de julio de 1941, en el seno de una familia de chacareros.

Abogado de la Universidad Católica Argentina (UCA), se unió a la lucha política en la década del 60.

En abril de 1963 organizó, junto con Raimundo Ongaro y el sacerdote Rafael Yacuzzi, la Marcha del Hambre del norte santafesino, donde se había radicado en aquellos años

En 1967 se sumó a la guerrilla armada, primero en las Fuerzas Armadas Peronistas (FAP) y luego en Montoneros, donde llegó a ser uno de los más altos mandos, junto a otros líderes como Mario Firmenich y Fernando Vaca Narvaja. 

Fue uno de los ideólogos de la llamada “Operación Primicia”, el ataque al Regimiento de Infantería de Monte 29 de Formosa, ocurrido en octubre de 1975, durante el gobierno de Isabel Perón, en el que murieron 12 montoneros y 10 conscriptos y otros dos personas que defendían el cuartel militar.

Durante la dictadura, se exilió en Europa y desde allí lanzó junto a otros comandantes de la organización la llamada “contraofensiva montonera” que culminó de la peor manera, con la mayoría de los militantes guerrilleros capturados y asesinados.

En los 80 fue condenado a prisión perpetua y estuvo en prisión hasta que en octubre de 1989 recibió junto a otros ex guerrilleros el indulto de parte del entonces presidente Carlos Menem.

En 2003 volvió a quedar detenido por orden del juez Claudio Bonadio, quien investigaba la desaparición de militantes montoneros desaparecidos durante la contraofensiva.

En sus últimos años de actividad, Perdía se desempeñó como abogado e integró la Asociación Gremial de Abogadas y Abogados y el grupo de fundadores y docentes de la Universidad de los Trabajadores (IMPA). 

Además fue autor de dos libros -”La otra historia” y ”Montoneros, el peronismo combatiente en primera persona”- en los que dejó testimonio de su experiencia en la lucha armada y también dejó sentadas sus posiciones sobre otros conflictos internacionales.