Grupos de familiares y organizaciones sociales marchan desde la mañana de este domingo hacia el Puente Pueyrredón para conmemorar un nuevo aniversario de la “Masacre de Avellaneda”, hecho que explica el convulsionado inicio de la década del siglo XXI en la Argentina. Un día como hoy pero hace 20 años, los manifestantes Maximiliano Kosteki y Darío Santillán eran asesinados a manos de la Policía Bonaerense durante una brutal represión.

Lo que me acuerdo muy claramente son las balas de plomo. Yo estaba en el medio de la avenida Pavón, que coincide con el impacto que recibe Maximiliano. Ahí corrí a la estación, donde me encuentro el cuerpo de Maximiliano en el piso. 'Está muerto', me dije”, relató el fotógrafo Pepe Mateos, presente aquel día y cuyos registros fueron claves para establecer responsabilidades en los asesinatos. “Luego, entró Darío, que se arrodilló al lado suyo”, añadió en diálogo con Adrián Noriega por la AM 990.

A 20 años de la masacre de Avellaneda: “Nunca imaginamos que iban a armar una verdadera cacería"

El registro de reporteros gráficos sirvió para identificar y condenar a los culpables (Foto: Pepe Mateos)

Kosteki y Santillán militaban en el Movimiento de Trabajadores Desocupados (MTD). El primero tenía 21 años y el segundo 25. El 26 de junio de 2002, durante una protesta y cacerolazo en el Puente Pueyrredón en medio del estallido social que vivía el país y contra las políticas del gobierno de Eduardo Duhalde, fueron asesinados por el excomisario Alfredo Fanchiotti y del excabo Alejandro Acosta en la estación de tren de Avellaneda que hoy lleva sus nombres. Ambos uniformados pertenecían a las fuerzas bonaerenses del por entones gobernador Felipe Solá.

Ya veníamos amenazadas por los ministros del gobierno de Duhalde. Recuerdo al jefe de gabinete Alfredo Atanasof diciendo que si cortábamos el puente era una declaración de guerra. Una guerra donde los únicos que estaban armados eran las fuerzas de seguridad. Nosotros íbamos con un plan de lucha y con un pliego de demandas que tenía que ver con la tremenda situación que vivíamos alrededor de 5 millones de trabajadores que habíamos quedado desocupados”, describió Orlando Agüero, referente Frente Popular Darío Santillán y presente en aquella jornada.

La Comisión Independiente Justicia por Darío y Maxi. junto a movimientos sociales, barriales y piqueteros marcharán hacia el Puente Pueyrredón y al mediodía realizarán un acto, donde participarán familiares de ambos militantes, junto a la presencia de organismos de derechos humanos. Se trata del segundo homenaje que se hizo durante este fin de semana. El sábado, se llevó a cabo la tradicional Marcha de Antorchas desde la ex estación Avellaneda (que desde 2013 fue bautizada con el nombre de los dos jóvenes asesinados) una acción que culminó con una vigilia.

Agüero recordó que, si bien esperaban una represión policial, aseguró que los manifestantes no sabían que la Policía los esperaba con balas de plomo. “Nunca nos imaginamos que nos iban a asesinar y que iban a armar una verdadera cacería. Recuerdo ese día sentir el sonido de los impactos a la altura de nuestros oídos, sentir como trazaban esas balas en el aire y fue algo terrífico como caían compañeras y compañeros”.

La Masacre de Avellaneda marcó un punto de inflexión en la política del país. El presidente Duhalde, que había sido elegido mediante una Asamblea Legislativa tras la renuncia de Fernando De la Rua (y la sucesión de otros 4 presidentes en una semana), debió adelantar las elecciones del 2003 (previstas para el 27 de octubre) para el 27 de abril de 2003, además de descartar toda posibilidad de presentarse como candidato. Por su parte, los policías Fanchiotti y Acosta fueron sentenciados a prisión perpetua (se encuentran en la cárcel de Baradero del Servicio Penitenciario Bonaerense), junto a otros seis efectivos de la Bonaerense considerados encubridores.