Gastón Mercanzini, el hombre detenido acusado de haberle arrojado una botella a la caravana del presidente de la nación, Javier Milei, el pasado domingo aseguró que no quiso” atentar contra” aquel y que “estaba borracho”.
“Tiré esa botella sin ver si le pegaba a alguien o donde estaba específicamente el Presidente, la tiré para esa zona”, dijo Mercanzini ante el juez Ariel Lijo, quien lo indagó luego de ser detenido ayer.
Mercanzini explicó que venía atravesando una situación personal muy difícil por el consumo de drogas, la falta de trabajo, y que estaba prácticamente viviendo en la calle en Buenos Aires, sumado a que estaba alejado de sus hijos tras divorciarse. 
Él mismo recordó los antecedentes de “violencia de género” que tuvo y de “daño” por romper una camioneta del Gobierno de la Ciudad. 
“El 10 el día del episodio estaba borracho, no sé qué se me cruzó por la cabeza. Estaba dolido al escuchar que para el presidente electo el plan de convertibilidad era bueno, me afectó mucho eso. Escuchar en la plaza que la gente aplaudía que estamos mal pero que la vamos a pasar peor, que los falcón verdes. Yo no veía donde estaba el auto, solo los gorritos de los granaderos”, dijo.
"Me arrepiento, nunca hice una cosa así, no quise atentar contra el Presidente, todo indica que sí, si lo hubiera querido hacer me ponía gorra y barbijo. No medí las consecuencias, bronca por todo lo que pasa, y todo lo que me pasa a mí. No apruebo lo que hice le pido mil disculpas al oficial que lastimé y a todos sus familiares que vieron ese episodio por televisión, no quise lastimar a nadie, al otro día me di cuenta lo que pasó”, añadió.
“Lo único que quiero es pedir disculpas por lo que hice y donde esté detenido voy a pedir asistencia psicológica”, concluyó.
Por último dijo que fue al lugar “para ver qué pasaba” con la asunción de Milei.
Quiero pedirle disculpas al Presidente y a su hermana. No quise lastimar a nadie, no tuve ninguna intención de hacerlo. Yo no tengo militancia política, la fotos que aparecieron en los medios con dirigentes políticos me las saqué de cholulo, ni me conocen ellos a mí”, concluyó a raíz que cuando se conoció su identidad salieron fotos suyas con varios funcionarios kirchneristas.
Lijo ahora tiene diez días para resolver su situación procesal y por ahora seguirá detenido hasta entonces.