La Policía bonaerense detuvo hoy a dos presuntos integrantes de la banda que asaltó y golpeó a un jubilado en la localidad bonaerense de Bernal, en Quilmes, durante un episodio que culminó con un ladrón muerto y el septuagenario herido e imputado por homicidio, con arresto domiciliario.

De acuerdo con las averiguaciones de los responsables del caso, los dos detenidos esta tarde integraban el grupo que llegó con fines de robo a la casa de Jorge Adolfo Ríos, de 71 años, y que se dieron a la fuga cuando el jubilado logró hacerse de un arma y disparó contra ellos.

De los cinco sospechosos de integrar la banda, dos ya fueron detenidos, dos siguen prófugos pero ya estarían identificados y el restante, Franco Moreyra, de 26 años, murió en el hecho alcanzado por las balas de Ríos, quien se encuentra bajo arresto domiciliario tras ser imputado de "homicidio agravado por el uso de arma de fuego".

Según precisó el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, uno de los detenidos había sido liberado tras ser detenido pocos días atrás por un robo con la modalidad "entradera", mientras que uno de los prófugos también recuperó la libertad en José C.Paz "por cuestiones sanitarias" durante la cuarentena.

El viernes último, el herrero jubilado Jorge Adolfo Ríos fue asaltado y golpeado por tres delincuentes que entraron a su casa, mientras otros dos quedaban de "campana".

El jubilado logró hacerse de un arma y poner en fuga a los ladrones, uno de los cuales sufrió una herida en una pierna y fue alcanzado por Ríos, quien lo mató a tiros tras un forcejeo, a unos metros de su casa.

El hombre quedó detenido en primer lugar por "exceso en la legítima defensa", aunque con el correr de las horas el fiscal Ariel Rivas, que entiende en el caso, decidió agravar la acusación a "homicidio agravado por el uso de arma de fuego".

Este lunes, Rivas y el juez de Garantías de Quilmes Martín Nolfi decidieron concederle al imputado la prisión domiciliaria para preservar su salud, ya que además de presentar lesiones provocadas por los ladrones, sufre de EPOC y tiene un sólo riñón, entre otras afecciones.

El jubilado y sus familiares tuvieron que mudarse de la vivienda, a que decidieron ponerla en venta, tras recibir amenazas por parte de allegados al ladrón muerto.