Por Josefina Mendoza*

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El jueves pasado nos enterábamos de una noticia que alertó a todo el arco político, a todos, incluyendo a parte del frente de gobierno.

Es que el titular de la Oficina Anticorrupción (OA), el señor Félix Crous, miembro fundador de Justicia Legítima, anunciaba que la OA dejaba de ser querellante en las causas Hotesur y Los Sauces, entre otras. Causas que involucran a la familia Kirchner y donde se los investiga por presuntos delitos en el alquiler de propiedades y plazas hoteleras.

Para quienes no venimos de la rama del derecho, es importante traducir algunos conceptos y así poder entender de qué estamos hablando.

En primer lugar, es importante saber que la OA tiene como principal función investigar a los agentes públicos denunciados por hechos o actos de corrupción en el ámbito de toda la Administración Pública Nacional.

Tiene la facultad de denunciar ante la justicia competente, los hechos que, como consecuencia de las investigaciones llevadas a cabo, pudieren constituir delitos; y de constituirse en "parte querellante" en los procesos en que se encuentre afectado el patrimonio del Estado, dentro del ámbito de su competencia (corrupción).

¿Qué significa que pueda ser "querellante"? La "querella" es una figura típica del derecho penal, donde se denomina así a quien ha resultado agraviado por un hecho delictivo, quien está facultado para ejercer la acción penal, conjuntamente con la fiscalía correspondiente, en los delitos de acción pública. En este caso, la OA es el organismo gubernamental facultado para "querellar" en representación del Estado Nacional, en los procesos judiciales por delitos contra él.

Entonces, ¿qué significa que la OA ya no sea querellante en las causas en las que se investiga a la familia kirchner por presuntos delitos contra el Estado? Que se desvincula de las mismas, que no colaborará con la investigación y que ya no participará judicialmente de las causas más grande que actualmente involucran a la vicepresidenta.

A pesar que, según la norma, es una facultad de la OA el constituirse en querellante, aquí estamos hablando de dos causas en las cuales ya estaba participando desde un largo recorrido procesal. Desvincularse en esta instancia implica una evidente maniobra por no hacerse cargo de responsabilidades que la ley estipula para la lucha contra la corrupción en la Argentina.

Dos pequeñas conclusiones, a título personal, sobre esto. La primera que es evidente por qué en el famoso "loteo" que llevó adelante el gobierno de Alberto Fernández cuando asumió el poder en diciembre, el kirchnerismo duro ocupó los espacios de la justicia.

Creo que con éste hecho, queda clara la avanzada kirchnerista y echa por tierra aquellas declaraciones de Crous sobre la OA como un organismo independiente.

En segundo lugar, creo que al Presidente no le hizo ni le hará falta indultar a CFK (como se encargó de repetir en campaña que no haría), entregándole la Justicia, la indulta por omisión.

Por último, algunas reflexiones. Elegí hoy hablar de este tema porque creo que nuevamente la política debería sentirse interpelada.

Desde que comenzó el aislamiento social preventivo y obligatorio, muchos hemos elegido no profundizar la grieta sino más bien dejarla de lado, enterrarla. Pero lo hicimos porque realmente creemos que necesitamos aportar, que necesitamos construir consensos para poder mirar más allá de la cuarentena y comenzar a imaginarnos la Argentina que se viene.

No lo hicimos para que en medio del miedo y la incertidumbre que todo esto genera, algunos crean que pueden, con sus decisiones, pasar desapercibidos. Sin dudas esa Argentina que se viene es necesario construirla también, combatiendo a la corrupción.

Espero que todos, sobre todo aquellos que tienen más responsabilidades, estemos a la altura de las circunstancias.

Se lo debemos a aquellos argentinos y argentinas que hoy la están pasando realmente mal y están hartos de que la política no responda.

(*) - Diputada nacional de la Unión Cívica Radical por la provincia de Buenos Aires.