Por Pablo Sieira

Apenas se conocieron los detalles del documento elaborado por el comité de expertos sobre la reforma judicial convocado por el presidente Alberto Fernández, el kirchnerismo puso primera en el Senado para avanzar hacia una reforma de la Ley del Ministerio Público Fiscal que acote el mandato del procurador General (actualmente vitalicio) y baje la mayoría requerida para su designación.

El neuquino Oscar Parrilli convocó a la Comisión de Justicia para este viernes a las 10:00 a fin de continuar con el debate que abrió semanas atrás el sector del bloque del Frente de Todos más cercano a la vicepresidenta Cristina Kirchner. A diferencia de las reuniones anteriores, esta vez no habrá invitados y según deslizaron fuentes parlamentarias a NA el oficialismo buscará firmar un dictamen para votar en el recinto.

La excusa inicial fueron dos proyectos de reforma del Ministerio Público presentados en 2019 por los opositores Martín Lousteau y Lucila Crexell, pero días atrás el rionegrino Alberto Weretilneck, aliado del oficialismo, presentó una iniciativa propia que fue bien recibida por los alfiles de la vicepresidenta.

El proyecto plantea acortar a 5 años el mandato del procurador general y bajar la mayoría que se necesita en el Senado para elegir al jefe de los fiscales: en lugar de dos tercios de los presentes, la designación se aprobaría con mayoría absoluta, 37 de los 72 votos que componen la Cámara alta, lo que le allanaría el camino a la bancada oficialista, que cuenta con 40 senadores más Weretilneck.

La expectativa ahora pasa por cómo afectaría una iniciativa de este tipo a la decisión del presidente Alberto Fernández de proponer como procurador General al juez Daniel Rafecas, quien afirmó en dos ocasiones que estaría dispuesto a declinar el ofrecimiento si se modifica la mayoría de dos tercios. Su pliego, además, está congelado en el Senado hace ocho meses.

Por otro lado, en la bancada del Frente de Todos evalúan otros detalles para el eventual dictamen, que fueron mencionados a lo largo de las jornadas de debate de la Comisión de Justicia. Uno de ellos sería dotar a la Comisión Bicameral de Control del Ministerio Público -encabezada actualmente por el kirchnerista Martín Doñate- de mayor injerencia en el organismo. Otro es la modificación de las mayorías para el juicio político contra el procurador.

Con esto, el kirchnerismo apunta directamente al procurador general interino, Eduardo Casal, a quien hace meses buscan remover del cargo con cuestionamientos de distintos sectores del Poder Judicial. Consideran a Casal parte de la "persecución judicial" contra la vicepresidenta que le atribuyen a la gestión de Mauricio Macri.

Días atrás, Parrilli señaló que esperarían el informe del consejo asesor del Presidente -llamado "comisión Beraldi" por la oposición, en referencia al abogado de la vicepresidenta que integra ese grupo- antes de definir un dictamen. El senador cumplió, dado que convocó a la Comisión de Justicia horas después de que se conociera ese documento.

Allí, los especialistas judiciales resolvieron, tras una ajustada votación que salió 6 a 5, recomendar una modificación a la Ley del Ministerio Público para que la aprobación del pliego de un candidato sea por mayoría absoluta. De esta manera el kirchnerismo quedó con el camino allanado para avanzar con el proyecto.

Se trata de un tema espinoso debido a la advertencia que hizo Rafecas respecto de su propia postulación y a la decisión de los senadores del Frente de Todos de dejar en suspenso el trámite sobre su pliego. La oficialista María de los Ángeles Sacnun reconoció que la prioridad para el bloque era la reforma de la ley que fija las condiciones para el jefe de los fiscales.

Esto llevó a que tanto Fernández como su ministra de Justicia, Marcela Losardo, ratifiquen más de una vez que Rafecas es el candidato del Gobierno, pero eso no modificó la situación. Y a ello se le sumó la interferencia de la referente de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, que sorprendió al pedir públicamente a los senadores de Juntos por el Cambio que votaran a favor de Rafecas.

Carrió apuntó directamente contra Cristina Kirchner, al argumentar que si no se aprueba el pliego de Rafecas, la vicepresidenta pondría a alguien de su riñón en la Procuración.

De esta manera, la ex diputada nacional abrió una discusión interna en Juntos por el Cambio, que había decidido bloquear la designación de Rafecas al negarle los votos al oficialismo para llegar a los dos tercios, pero también expuso las pelea interna en la alianza de gobierno respecto de este tema.

Y es que tras esa aparición, los senadores de Juntos por el Cambio empezaron a reclamar a sus pares del Frente de Todos que iniciara el tratamiento del pliego de Rafecas en la Comisión de Acuerdos que encabeza Anabel Fernández Sagasti, para evaluar luego el tema de la mayoría, pero el oficialismo mantuvo apagado ese trámite y encendido el debate sobre la reforma del Ministerio Público Fiscal.