La primera Asamblea Legislativa de Alberto Fernández como presidente no tuvo la liturgia "tribunera" con la que contaron sus antecesores sino que fue más formal, coloreada con algunos aplausos efusivos y una previa que, entre charla y charla, ofreció varias fotos de la coyuntura política.

La vicepresidenta Cristina Kirchner abrió la sesión cinco minutos antes de lo previsto, una puntualidad que no se le conocía y que se combinó a la perfección con la de Fernández, que comenzó su discurso exactamente a las 12:00, como estaba pautado de antemano.

El único canto que se escuchó fue "Alberto presidente" cuando el mandatario ingresó al recinto de la Cámara de Diputados y una segunda vez cuando terminó su discurso, lejos de los ritmos de tribuna que entonaba La Cámpora para Cristina y del "Sí, se puede" que le dedicaban a Mauricio Macri los suyos.