Se cumplen 14 años de la desaparición de Jorge Julio López
Uno de los principales testigos en el juicio contra el ex comisario Miguel Etchecolatz.
Se cumplen 14 años de la segunda desaparición de Jorge Julio López.
López nació el 25 de noviembre de 1929 en General Villegas; estudió hasta sexto grado y dejó el colegio para ayudar en su casa con las tareas rurales. En 1956 llegó a Los Hornos, comenzó a trabajar como quintero y unos años después, se dedicó a realizar tareas de albañil. Se casó con Irene Savegnago, y de esa unión nacieron sus hijos Rubén y Gustavo.
En junio del año 1973 militantes de la Juventud Peronista, como Pastor Asuaje y Ambrosio De Marco, egresado del Colegio Nacional "Rafael Hernández," fundaron la Unidad Básica "Juan Pablo Maestre," en calle 66 y 140 de Los Hornos. A ella se incorporaron Norberto Rodas y Alejandro Sánchez, vecinos del barrio. Un tiempo después se trasladaron a 68 y 142; y allí, Jorge Julio López se acercó a la militancia barrial. Solía concurrir los fines de semana y aportaba desde sus habilidades como albañil, haciendo veredas, reparaciones, arreglos en el barrio. En esas circunstancias conoció a Patricia Dell Orto, recién egresada del Bachillerato de Bellas Artes y militante de la UES, que empezaba de ese modo a militar en el barrio.
El 27 de octubre de 1976, Jorge Julio López fue secuestrado, junto a otros compañeros. Fueron llevados a Arana y torturados. El 4 de abril de 1977, tras atravesar más de cinco meses en la condición de detenido-desaparecido, fue trasladado a la Unidad Penitenciaria N° 9, donde fue "blanqueado" y puesto a disposición del Poder Ejecutivo Nacional, hasta el 25 de junio de 1979.
Recién en los años 90, pudo contar lo que les había sucedido y a través de él, a la familia de Patricia Dell Orto. El 7 de setiembre de 1999, cuando la lucha de los organismos de derechos humanos permitió la apertura de los Juicios por la Verdad, declaró por primera vez. Su testimonio enriquecido por las averiguaciones que solitariamente realizó luego de su liberación, generó una inspección ocular en la zona de Arana, que constituyó un aporte fundamental en la reconstrucción de los lugares que funcionaron en La Plata como centros clandestinos de detención.
Tiempo después de su declaración, a pesar de las leyes de impunidad vigentes, el camarista Leopoldo Schiffrin solicitó a la Cámara Federal de Apelaciones de La Plata que se citara a Miguel Osvaldo Etchecolatz a declaración indagatoria sobre casos aportados.
El 20 de junio de 2006, en el Salón Dorado de la Municipalidad de La Plata, se inició el juicio oral. Jorge Julio López brindó su testimonio el 28 de junio. Ese día relató lo sucedido con sus compañeros de la Unidad Básica, reivindicó la militancia de esos jóvenes universitarios
Julio López desapareció, por segunda vez, el 18 de septiembre del mismo año, día que tenía previsto presenciar los alegatos contra su torturador, condenado 24 horas después. La desaparición se produjo en el contexto de la reapertura de los juicios por delitos de lesa humanidad, que habían estado paralizados durante dos décadas por las leyes de impunidad.
El impacto de su desaparición, en una ciudad atravesada por el genocidio y por las desapariciones en democracia de Andrés Núñez y de Miguel Bru, perdura al día de hoy.
La segunda desaparición de Jorge Julio López constituyó un intento de detener el avance de los juicios por delitos de lesa humanidad por parte de quienes, durante treinta años, hasta 2006 habían permanecido impunes.
Hacia 2016, en un nuevo contexto político atravesado por discursos y prácticas negacionistas sobre lo sucedido durante la dictadura cívico-militar, se intentó otorgar la prisión domiciliaria a Miguel Osvaldo Etchecolatz, alegando los jueces "razones humanitarias." El reclamo social que señalaba el contrasentido de liberar a Etchecolatz mientras la desaparición de Jorge Julio López continuaba impune.