Por Sebastián Hadida

El Frente de Todos tenía 117 legisladores para la votación de la movilidad jubilatoria, una cantidad insuficiente si se toma en cuenta que el umbral a pasar es de la mitad más uno de los votos, y que Juntos por el Cambio y algunos otros diputados sueltos de la oposición lograron juntar 119 voluntades.

Por eso fueron decisivos los 15 opositores que le prestaron sus votos al oficialismo para que la nueva fórmula de movilidad no fracasara en el intento.

La ayuda externa llegó, en primer lugar, de los cuatro diputados de Córdoba Federal, que responden al gobernador Juan Schiaretti: Paulo Cassinerio, Carlos Gutiérrez, Claudia Márquez y Alejandra Vigo, esposa del mandatario cordobés)

También engrosaron el voto positivo los seis legisladores del interbloque Unidad Federal para el Desarrollo que encabeza el excéntrico mendocino José Luis Ramón, recordado por haber votado en contra del aborto en 2018 luego de haber anunciado que lo haría a favor. O por haber entrado en monopatín a la Casa Rosada.

Durante la gestión de Cambiemos, el diputado mendocino solía alinearse con el oficialismo de entonces, y con el recambio de gobierno afianzó un vínculo con Sergio Massa, y logró ponerse al frente de un grupo de legisladores "opoficialistas", a los que se conoce jocosamente en el ámbito legislativo como "Los Ramones".

Además de Ramón, por el interbloque Unidad Federal para el Desarrollo estamparon su voto afirmativo los tres misioneros del Frente Renovador de la Concordia, Flavia Morales, Diego Sartori y Ricardo Wellbach. Pertenecen a una fuerza provincial que conduce el ex gobernador Carlos Rovira, el hombre fuerte de Misiones más allá de que el actual mandatario es Oscar Herrera Ahuad.

También aparece en el mismo lote Luis Di Giácomo, de Juntos Somos Río Negro, quien pertenece al mismo partido que el ex gobernador Alberto Weretilneck, el senador que después de dudar hasta último momento terminó dando su voto a la causa "verde" en la sesión por el aborto legal.

El sexto voto del interbloque vino de la mano del bonaerense Pablo Ansaloni. Este dirigente de la UATRE llegó al Congreso en 2017 en la lista de Cambiemos, pero se cruzó de vereda tras el recambio presidencial.

Idénticos fueron los casos de otros dos ex Cambiemos, el riojano Felipe Álvarez y el santacruceño Antonio Carambia, quienes aportaron sus votos al Frente de Todos para la aprobación de la movilidad jubilatoria. Ambos comenzaron el 2020 en el interbloque de Ramón pero se independizaron y formaron el bloque Acción Federal.

El interbloque Federal votó dividido. Además de los cuatro de Córdoba Federal, también ayudaron al oficialismo los dos integrantes del bloque Justicialista, el bonaerense Eduardo "Bali" Bucca y el salteño Andrés Zottos. Estos dos diputados son habituales aliados del Frente de Todos y prácticamente actúan a la par de los designios de Sergio Massa. En cambio, los tres legisladores de Consenso Federal, el bloque que tiene como referente externo a Roberto Lavagna, votaron en contra. Y lo mismo ocurrió con lo santafesinos Enrique Estévez y Luis Contigiani.

El voto opositor número 15 corrió por cuenta de la monobloquista Alma Sapag (Movimiento Popular Neuquino), quien pertenece a la dinastía tradicional de los Sapag en la provincia provincia patagónica. Sapag integra el mismo partido que la senadora Lucila Crexell, otra legisladora que colaboró con el Gobierno en la votación de la interrupción voluntaria del embarazo. Estuvo indecisa hasta último momento, pero finalmente apretó el botón verde.

La mayoría circunstancial que logró el Frente de Todos en Diputados da una pauta del mapa de alianzas y del escenario de correlación de fuerzas de cara a los próximos debates.