Una ex monja y su pareja, un marinero, fueron procesados por una amenaza de muerte que recibió por teléfono en su domicilio particular la titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, el 18 de julio durante la madrugada.

El llamado que denunció Bonafini en su casa fue hecho a las 5 de la mañana de ese día y según las pericias el mismo fue hecho desde un celular cuya línea está atribuido a J.C, una ex monja que en la actualidad es enfermera del Hospital Presidente Perón de Sarandí, en Avellaneda.

El juez federal de La Plata Ernesto Kreplak procesó a la ex monja y a su pareja, un marinero, quien también lo fue pero con prisión preventiva por el curso de la investigación donde aún hay medidas de prueba y ante el peligro de fuga.

El juez Kreplak comprobó que el llamado que recibió Bonafini partió de esa línea asignada a la ex monja pero que del teléfono hacía uso su pareja, lo que coincide con la versión de la titular de Madres de Plaza de Mayo sobre que la voz del otro lado del teléfono era masculina.

No sólo por la titularidad de la línea, sino que además el juez comprobó que la llamada a Bonafini y otras que se hicieron desde esa línea, impactaron en una celda de teléfono ubicada a metros del domicilio de los acusados.

En su defensa, la ex monja dijo que durante esos días había olvidado su teléfono celular en su trabajo pero cuando se le pedía detalles no aportaba los nombres de los compañeros de trabajo quienes tenían acceso al ámbito donde había dejado el equipo.