Por Sebastián Hadida

El Proyecto Artigas en la provincia de Entre Ríos se extinguió a partir de un fallo judicial que obligó a los militantes y productores ligados a Juan Grabois a abandonar la estancia Casa Nueva, en medio del culebrón de la familia Etchevehere. Pese al ocaso del emprendimiento agroecológico, el antecedente inspiró a otros grupos a discutir alternativas de integración federal para dar respuesta al déficit de acceso a tierras para la producción rural.

La pandemia puso de manifiesto la problemática del hacinamiento y la concentración poblacional en pocos núcleos urbanos, que por sus características fueron caldo de cultivo para que el virus se diseminara rápidamente generando situaciones de crisis sanitaria total.

La aventura de Grabois y del MTE Rural en Entre Ríos obligó al Gobierno a sentar posición a favor de la propiedad privada y en defensa de los fallos judiciales. Sin embargo, fiel a su estilo de buscar equilibrios y contrapesos para no generar desprendimientos en su frente interno, reconoció que la idea del líder del MTE "de buscar tierras para que la gente las explote no es descabellada".

En ese sentido, el mandatario expresó el deseo de "hacer un plan para que las tierras del Estado sean dadas a quienes las trabajan" y propuso destinar a la agricultura familiar terrenos fiscales ociosos. "No estoy hablando de reforma agraria. Yo no le quiero sacar el campo a nadie. Quiero que las tierras del Estado improductivas vayan a manos que produzcan. Son terrenos inactivos que podríamos dárselos a la gente para que produzcan y abastezcan a las zonas cercanas", había sugerido el jefe de Estado.

El mensaje del presidente caló hondo en sectores del PJ que rápidamente pusieron manos a la obra y relanzaran el Movimiento Arraigo, que ya existía desde 2016 pero no tenía una expresión partidaria formal. Hace unos meses se creó una comisión técnica en el marco del partido con sede en Matheu 130. La cabeza visible del proyecto es el senador bonaerense y ex intendente de San Antonio de Areco Francisco "Paco" Durañona. La iniciativa es apoyada no sólo por el presidente sino además por la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT), la Federación de Cooperativas Federadas (FECOFE) y Coninagro.

El objetivo último no es sólo un modelo de producción agroecológico, sustentable, sino además fomentar un movimiento migratorio de las grandes ciudades hacia las periferias rurales o semirurales en municipios del interior. "Para lograr es ecuación poblacional se necesita volcar un programa de desarrollo del Gobierno a lo largo y ancho de la Argentina, teniendo en cuenta un amplio abanico de factores como la conectividad, la integración a través del transporte, el hábitat y la producción agroecológica local", señaló Durañona en diálogo con NA.

"Hay que promover desde el Estado un ordenamiento político, jurídico e institucional al revés de lo que se venía dando hace un siglo, que es un modelo centralista de concentración en los centros urbanos y de abandono de las zonas productivas en el interior. Ese es el problema estructural de los fracasos de la Argentina", reflexionó.

El ex jefe comunal aportó dos datos escalofriantes: el 40% de la población vive en 0,02% del territorio nacional, en tanto que desde 1980 a la fecha la cantidad de tierras productivas en el país se redujo a la mitad. "Es escandaloso", lamentó, y dijo que eso se ve, por ejemplo, en la desaparición de tambos y de granjas porcinas de pequeños productores que no pueden competir con los agronegocios de gran escala.

Con este cuadro de situación en mente, Durañona se propuso crear un programa de Gobierno que busca romper con la hiperconcentración de las grandes urbes, relativizar las supuestas ventajas de vivir hacinados en el idealizado AMBA, y promocionar el arraigo en los pueblos y pequeñas ciudades rurales. Una suerte de "Procrear rural", que en lugar de estar destinado a las viviendas urbanas, tenga como finalidad el acceso a la tierra para la agricultura familiar y vivienda familiar.

"Habrá que coordinar con los municipios para determinar qué áreas son posibles para realizar este tipo de emprendimientos a partir de áreas fiscales, promoviendo la producción agroecológica, con créditos hipotecarios. No se está hablando de regalar la tierra. Tienen que demostrar capacidad de producir", aclaró Durañona.

El propio Fernández participó de uno de los paneles por zoom que organizó el PJ con los equipos técnicos que vienen trabajando el tema, bajo el liderazgo de Durañona. También concurrieron, entre otros, el ministro de Interior, Eduardo "Wado" De Pedro; el gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, y el jefe del bloque de diputados del Frente de Todos, Máximo Kirchner.