Por Jorge Luis Pizarro *

Como sociedad atravesamos tiempos difíciles, confusos y contradictorios. Las decisiones, a veces, resultan difíciles de comprender. Hace pocos días, en la misma jornada, las autoridades sanitarias de la ciudad de Buenos Aires decían que no veían indicios para retroceder en la fase de encierro en la que nos encontramos. El mismo día, autoridades sanitarias de la provincia de Buenos Aires, comunicaban que el sistema hospitalario podía colapsar.

Dos opiniones diametralmente opuestas, separadas físicamente, por una sola avenida La General Paz. El general Manuel Belgrano solía decir: “no busco glorias. Nadie es más acreedor al título de ciudadano que el que sacrifica sus comodidades y expone su vida en defensa de la Patria. La vida es nada si la libertad se pierde”.

En 1789 estando Belgrano en España confesó que se apoderaron de él las ideas de libertad e igualdad, seguridad, propiedad y sólo veía tiranos en los que se oponían a que el hombre, fuese donde fuese, no disfrutase de unos derechos que DIOS y la naturaleza le habían concedido.

La semana que pasó también nos sacudieron las derivaciones de un tema que amenaza con convertirse en un serio problema, sino se encamina bien. El destino de la empresa privada Vicentín, tuvo marchas y contramarchas. Una vez más, se fue de un extremo al otro: de la expropiación a la posible “no expropiación”. ¿Cómo entender tamaña contramarcha en tan poco tiempo sobre el mismo tema? ¿No lo pensaron bien?. ¿Las críticas fueron muy potentes? ¿El argumento de la soberanía alimentaria se cayó como “un piano del décimo piso”?

En sus escritos, Manuel Belgrano dejó esta idea: “La enseñanza es la primera obligación para prevenir miseria y ociosidad. ¡Cómo se quiere que los hombres tengan amor al trabajo, que las virtudes ahuyentan los vicios si no hay enseñanza y la ignorancia va pasando de generación en generación con mayores y más grandes aumentos!”.

En medio del gran sacrificio económico que tratan de sobrellevar los hogares argentinos, la mayoría de los políticos y jueces no tocaron sus sueldos. Manuel Belgrano renunció a su sueldo de vocal de la Primera Junta de gobierno porque dijo “mis principios así me lo exigen”.

Muchos argentinos hoy repiten estar entre dos opciones: cuidar la salud o salir a buscar el sustento económico para sus familias. El número mensual de la inflación no revela el impacto sobre el bolsillo que tienen los aumentos de los productos básicos, es decir, alimentos, bebidas y artículos de higiene. Manuel Belgrano opinó: “Este país, que al parecer, no reflexiona ni tiene conocimientos económicos, será sin comercio, un país desgraciado”. Es cierto que lo primero es la salud, pero después de 90 días de casi parálisis económica, ¿Cuánto más se puede resistir? En los últimos días se supo que, para cobrar la ayuda económica brindada por el gobierno, habrá que tener una cuenta bancaria y un CBU. Cinco millones de argentinos necesitarán abrir su registro bancario. ¿Cómo se hará?. Todavía hay cerca de un millón de personas que no cobraron el primer ingreso familiar de emergencia.

Recientemente algunos funcionarios se molestaron ante preguntas formuladas por periodistas, y lejos de querer realizar una defensa corporativa, ya que muchos se disfrazan con una honestidad intelectual que no poseen, también es cierto que resulta importante recordar el pensamiento del creador de la bandera sobre este punto: “ La libertad de prensa es necesaria para la instrucción pública, para el mejor gobierno de la nación, y para su libertad civil es

decir, para evitar la tiranía de cualquier gobierno que se establezca”. Después de tantos años...¿Qué hemos aprendido del General Belgrano y qué hemos aprendido de nuestros propios errores?

* Periodista