La ex subdirectora de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) Silvia Majdalani se negó a declarar este miércoles ante el juez federal de Dolores Alejo Ramos Padilla, en el marco de una causa por presunto espionaje político a través de bases operativas del organismo en la provincia de Buenos aires para influir en las elecciones de 2017.

Majdalani presentó un escrito formal poniéndose a disposición de la Justicia, pero se negó a prestar declaración indagatoria, al señalar que sus abogados no conocen la causa en la que fue citada recientemente.

Al igual que lo hizo este martes el ex titular de la AFI Gustavo Arribas, su ex número dos dijo que iba a declarar una vez que conociera la causa.

No obstante, a partir de las audiencias llevadas a cabo este miércoles, el juez federal Ramos Padilla está en condiciones de resolver si los procesa o no para lo cual tiene diez días hábiles.

Este martes, el ex titular de la AFI Gustavo Arribas también se había negado a declarar como imputado ante el juez federal de Dolores Alejo Ramos Padilla en el marco de la causa por presunto espionaje político en la provincia de Buenos Aires durante el macrismo.

Arribas dijo que no declarará hasta tanto conozca las pruebas que hay en el expediente, ya que no tuvo tiempo material para que sus abogados pudieran conocer la imputación en su contra.

Arribas le entregó su pasaporte al juez federal Ramos Padilla y, además, aportó un seguro de caución para cubrir el embargo de 20 millones de pesos que le fijó el magistrado.

El ex titular de la AFI escuchó la imputación en su contra y no declaró porque -según sus abogados- no tuvo tiempo material de leer las pruebas que constan en la causa.

Incluso, el ex funcionario llegó a Dolores acompañado por un grupo importante de abogados, con el objetivo de mirar el expediente, el cuál no se les facilitó por decisión del juez en base a la información sensible que posee.

La causa se enmarca en la investigación en la que está detenido el supuesto abogado Marcelo D Alessio.

La investigación es porque a fines de 2016, desde bases operativas de la Agencia Federal de Inteligencia en el conurbano bonaerense, se desplegaron actividades de espionaje en perjuicio de un grupo de personas.