Luego de varios años, los referentes de los distintos sectores de la CGT volvieron a compartir un acto para manifestar su apoyo al presidente electo Alberto Fernández, pero las fuertes diferencias entre ellos complican una inminente reunificación de la central obrera.

Sólo por un momento los popes sindicales dejaron las diferencias de lado y compartieron la foto que buscaba Fernández a poco de un mes de comenzar su mandato, pero lo cierto es que la rivalidad entre los gremalistas de distintos grupos sigue a flor de piel y sólo los une el respaldo al futuro mandatario.

De hecho, el supuesto plenario que se iba a desarrollar tras el discurso de Fernández finalmente no se hizo, probablemente para no intentar explorar un camino hacia la unidad que hoy se ve utópico por falta de consenso interno.

"Algunos muchachos tenían una cara... hay muchos que no se pueden ni ver. A algunos parece que a propósito los ubicaron en una punta de la mesa y a otros en la otra punta", reconoció entre risas un sindicalista que participó del encuentro en diálogo con NA.

En la foto, Fernández logró reunir a los dos grandes bandos en los que la CGT está dividida, que se podrían definir como los "dialoguistas" (la mayoría de ellos permanecieron en la conducción) y los "combativos" (dieron un portazo durante la gestión de Mauricio Macri), cada uno de los cuales, a su vez, tienen diferentes subgrupos.

BUENOS AIRES, NA

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FUENTE: NA