La extensísima sesión en la que se trató el proyecto de aborto legal en la Cámara de Diputados dejó durante la madrugada de este viernes denuncias de intimidación, cambios de postura y situaciones particulares de legisladoras que conmovieron a sus pares.

Una de ellas fue la radical Roxana Reyes, quien no participó de la sesión en el arranque porque el sábado pasado falleció repentinamente el menor de sus hijos, de 23 años.

Pasadas las 6:30, el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, pidió autorización a los presentes para incorporar a Reyes a la discusión.

"Todos sabemos lo que le sucedió a la diputada el fin de semana pasado, esta semana no estuvo por razones obvias de público conocimiento, por una situación de índole familiar más que dolorosa, participando de la actividad de la Cámara. Se acaba de contactar con el cuerpo pidiendo autorización para votar", indicó Massa.

La Cámara autorizó la incorporación de Reyes, quien finalmente logró participar de la votación y lo hizo por la negativa, pese a que en 2018 se había expresado a favor del aborto.

Otros cambios en el mismo sentido, de "verde" a "celeste", se registraron en la correntina del PRO Sofía Brambilla y en la radical del Chaco Aída Ayala.

Al revés, de estar en contra pasó a favor la misionera del Frente de la Concordia Flavia Morales, mientras que la cordobesa Alejandra Vido se abstuvo en 2018 y ahora votó por el rechazo.

Durante la noche, el diputado jujeño del Frente de Todos Daniel Ferreyra denunció que tanto él como su hija recibieron amenazas por haber adelantado estar a favor de la iniciativa.

Por esa razón, el legislador tomó la decisión de abstenerse a la hora de la votación.

"No estoy actuando libremente y a la hora de votar me voy a abstener. Les pido disculpas", afirmó Ferreyra.

Y agregó: "No es un buen día para mi. Parece que no todos entienden lo que significa la palabra democracia, respeto por el otro. El que piensa diferente no es un enemigo, simplemente piensa diferente".

Otra de las protagonistas de la noche fue la diputada del Frente de Todos por Entre Ríos Blanca Osuna, quien emocionó a muchos de sus pares por defender el proyecto de aborto legal desde un sanatorio de Paraná, donde se encuentra internada por un cuadro de coronavirus.

Con 70 años, Osuna debió ser internada, pese a lo cual no quiso perderse la posibilidad de participar de la sesión para acompañar el proyecto de interrupción voluntaria del embarazo, y lo hizo conectada a un respirador de oxígeno.

Por las circunstancias en que dio el discurso, fue efusivamente aplaudida por los diputados "verdes" del recinto, que valoraron el esfuerzo de dar el presente de forma remota para votar positivamente.

"Estamos hablando de una cuestión de salud pública, pero también es una apuesta muy fuerte a la igualdad y la no discriminación. Pero sobre todas las cosas, es una esperada reivindicación a una batalla que tiene muchos años", resaltó.

Al finalizar, enarboló su pañuelo verde y sentenció: "Este voto es para que sea ley, por las jóvenes, por las pibas, por mis nietos, por mis hijas, por las miles de chicas que no están y por las que van a venir y nos van a recordar por haber cumplido con nuestra palabra".