Por Sebastián Hadida

El Frente de Todos recurre cada vez más a legisladores de bloques aliados en el Congreso para consumar sus propias jugadas legislativas. Se trata de un mecanismo velado que le permite impulsar determinados objetivos pero sin dejar su firma.

La intención es clara y se asocia a la posibilidad de explorar iniciativas evitando exponerse al fuego directo de las críticas opositoras, o incluso ahorrándose el costo político en caso de que fracasen esas apuestas.

Ejemplos sobran. El más reciente es el proyecto presentado por el senador y ex gobernador Alberto Weretilneck, del monobloque de Juntos Somos Río Negro, que presentó un proyecto para modificar las mayorías necesarias para elegir al Procurador General, en sintonía con una aspiración de Cristina Kirchner.

El proyecto que modifica la ley del Ministerio Público Fiscal de modo tal que ya no sea requisito una mayoría de dos tercios para designar al procurador sino la mitad más uno de los votos del Senado recibió días atrás dictamen favorable en la comisión de Justicia y Asuntos Penales conducida por Oscar Parrilli, mano derecha de la vicepresidenta.

El debate se produce en medio de los tironeos con el pliego del juez Daniel Rafecas, quien es promovido por el presidente Alberto Fernández para el cargo pero su designación está trabada ya que es resistida por un sector importante de Juntos por el Cambio y no alcanzan los votos para llegar a los dos tercios.

El asunto se complejiza ya que el propia Rafecas avisó que no aceptaría asumir al frente de la Procuración sin la legitimidad del criterio de los dos tercios, lo cual choca de frente con la reforma de Weretilneck y el kirchnerismo.

El anhelo de suspender las PASO por parte de un sector del oficialismo encabezado por los gobernadores, quienes encontraron en Sergio Massa a un aliado clave en esta cruzada, desencadenó una táctica parecida en la Cámara baja en la sesión del 11 de noviembre pasado.

Esa vez el intérprete elegido fue el también rionegrino Luis di Giacomo, quien pertenece a la misma fuerza política de Weretilneck y responde a la gobernadora Arabela Carreras.

En una moción de apartamiento de reglamento, el patagónico pidió que se incorporara al temario de la sesión un expediente con estado parlamentario que el macrista Pablo Tonelli presentó en 2018 en torno a la suspensión de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO).

Al justificar su postura, Di Giacomo argumentó que las PASO demostraron ser una herramienta superflua y costosa, y que el año que viene demandaría un gasto que la sociedad no estaría en condiciones de afrontar en medio de la crisis económica que dejará la pandemia.

Al operativo clamor se sumó la diputada de Consenso Federal Graciela Camaño, madrina política y aliada de Sergio Massa.

Obviamente, la moción que Di Giacomo sacó de la galera no prosperó porque no estaba acordada en Labor Parlamentaria, pero la jugada sirvió para instalar el debate y empezar a marcar la cancha.

Antes de di Giacomo el que había agitado el avispero había sido el diputado mendocino José Luis Ramón, otro aliado habitual de Massa en la Cámara baja, al presentar un proyecto para eliminar las PASO en 2021 a raíz de la emergencia económica por la pandemia.