La Corte dictaminó lo contrario a lo que dispuso hace dos años
Por Álvaro de Lamadrid (*)
Con un triste e inaudito silogismo hipotético, la Corte avaló los designios de CFK de desplazar a los jueces que la investigan. Si esto sucede sin reforma judicial imagínense lo que le espera al país si esta se aprueba. Hay que impedir que Cristina se convierta en la justicia. La Corte dictaminó lo contrario a lo que dispuso hace dos años.
Sólo en Argentina una persona que de no ser por los fueros debería estar presa, que pesan sobre ella procesamientos, pedidos de detención, que ha sido imputada en numerosas causas por múltiples y graves delitos, que tiene decenas de denuncias sin que hayan podido ser investigadas debidamente, no se han movido ni avanzado; puede trasladar jueces que la investigan y proponer una reforma de la justicia a su antojo para ser en lo sucesivo la Justicia.
Parecería mucho para quién lo lee pero está pasando en nuestro país. Esto no sólo destruye la justicia sino que pone en peligro la democracia, porque sin justicia no hay democracia.
Debemos impedir que salga la reforma judicial y que nada más se pueda investigar en el seno de las instituciones.
¿Qué pasaría si eso sucede? Que Cristina Kichner se colocará por fuera y por encima de la ley y todos sus deseos, necesidades, cuentos, relatos, historias oficiales y mentiras tendrán una convalidación y legalización judicial.
(*) Diputado nacional de la UCR por la Ciudad de Buenos Aires en Juntos por el Cambio.