La compra de alimentos por casi 400 millones de pesos a precios superiores a los de referencia le sumó hoy al gobierno de Alberto Fernández la tercera polémica en cinco días, en plena discusión interna del modelo de salida de la cuarentena total.

La noticia conocida este lunes sobre que el Ministerio de Desarrollo Social pagó $ 384 millones en alimentos a precios que en varios casos están por encima de los valores testigos fijados por la Sindicatura de la Nación, volvió a sacudir los ánimos en la Quinta de Olivos, donde por estas horas el Presidente se encuentra en pleno diseño del plan de aislamiento selectivo que se aplicará desde el 13 de abril.

El final de la semana pasada había sido difícil para el oficialismo, primero con el traspié de Ginés González García con el amague del decreto sobre los recursos de salud privados, y después con las largas colas en los bancos que expusieron a los jubilados a eventuales situaciones de contagio.

El ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, fue la voz oficial que salió a explicar que las compras de alimentos fueron para atender a la mayor demanda en comedores en medio de la emergencia sanitaria por el coronavirus.

"En el caso del azúcar y el aceite, los precios están por arriba de los precios de referencia que fijó la Sindicatura General de la Nación (Sigen). En todos los casos pedimos rebajas, decidimos con un informe técnico comprarlo igual en el marco de la emergencia", reconoció Arroyo, siendo el único integrante del Gabinete que habló del tema durante el lunes.