El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, sostuvo hoy que en el conurbano hay "un 64 por ciento de ocupación de camas de terapia intensiva", por lo que "así no se puede flexibilizar nada", aunque envió un mensaje de esperanza a raíz de la producción nacional de la vacuna de Oxford, al plantear que "esto no terminó, pero se sabe cuándo que va terminar y eso es lo que cambia todo".

"En el Gran Buenos Aires tenemos el 64 por ciento de camas de terapia intensiva. Es una tasa muy alta, así no se puede flexibilizar nada porque hay un riesgo muy grande", advirtió el mandatario sobre la situación en su distrito, donde la curva de contagios se multiplicó en las últimas semanas.

Al momento de dar su mensaje en la Quinta de Olivos junto al presidente Alberto Fernández y el jefe de gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, Kicillof hizo especial hincapié en el reciente anuncio de que la Argentina fabricará la vacuna contra el coronavirus que está desarrollando la Universidad de Oxford junto al laboratorio AstraZeneca.

Al respecto, dijo que el anuncio de la vacuna a él le "cambió la vida" y remarcó a la ciudadanía que seguir haciendo el esfuerzo de la cuarentena ahora "ya se sabe que es por un tiempo", en referencia a la iniciativa de Oxford que ya se encuentra en la fase tres de pruebas.

"Hoy nos toca tomar esta decisión en un momento excepcional, esta fue una semana que en términos de la pandemia cambió todo: el lunes se conoció la vacuna en Rusia y el miércoles el Presidente anunció que una vacuna se va a producir en la Argentina. Es un cambio absoluto, a mí me cambió la vida, tal vez algunos no se dieron cuenta de lo que es", enfatizó Kicillof en Olivos.

Y agregó: "(La pandemia) No terminó, pero sabemos cuándo va a terminar y eso es lo que cambia todo, porque sabemos que nuestros esfuerzos tienen plazos".

Por otro lado, Kicillof lanzó un mensaje contra periodistas que critican la cuarentena: "No necesitamos que estén todo el tiempo atacando, cuestionando las medidas", señaló.

En ese sentido advirtió que "si alguien quiere ver" que un enfermo se quede sin respirador "que lo diga" y reiteró que "la única forma de bajar los contagios es bajar la movilidad".

"Si empiezan a llenarse las camas nadie va a querer ver que alguien se quede sin respirador, y si alguien lo quiere ver que lo diga", enfatizó Kicillof.