Entre el botón "rojo" y el cansancio social
Por Jorge Luis Pizarro (*)
La apertura de bares y restaurantes en la ciudad de Buenos Aires tuvo un resultado sanitario no ideal. Fotos y filmaciones mostraban aglomeraciones de personas que no cumplían los protocolos existentes, razón por la cual, el jefe de gabinete Nacional Santiago Cafiero, aseguró que el gobierno irá hacia “una cuarentena más estricta, aunque tenga que pagar el costo político, y agregó que, nada puede poner en riesgo la salud de los argentinos”. Por su parte, el jefe de gobierno Porteño Diego Santilli retrucó, “que los protocolos sanitarios en la ciudad se cumplen, aunque reconoció que puede haber casos de violaciones, por lo que se van a reforzar los controles”.
Por su parte, el conurbano no se queda atrás. La televisión mostró imágenes en Quilmes, Avellaneda, Lomas de Zamora o La Matanza, en las que se observaban calles abarrotadas de personas, largas filas frente a los comercios, familias enteras de paseo o ferias municipales abarrotadas de compradores, en la mayoría de los casos, sin respetar la distancia física.
De un lado y del otro de la General Paz son escasas las autoridades municipales o policiales a la vista que puedan ayudar a controlar estos desbordes. Es decir, el problema no es “de acá o de allá”. No es provincia o ciudad, sino que el patrón de conducta se repite, o sea que el enfrentamiento de los políticos sobre esta cuestión, no refleja la realidad.
¿Cuál será la verdad?. ¿Si la mayoría de los argentinos somos responsables y cumplimos las indicaciones para no contagiarnos, por qué la curva no se estabiliza , los casos no bajan y se registran menos muertes?.
Sin el ánimo de señalar con el dedo culpables, “algo está mal”. Ésta semana se agregó la complicada situación de la “toma de propiedades”. Aunque parezca mentira, y en nada ayudan al Presidente, hubo dirigentes del espacio político gobernante, que intentaron disimular “que apropiarse de lo que no es propio”, no es delito. No puede haber un razonamiento tan contradictorio como éste. Cálculos extraoficiales señalan que, en los últimos 15 días 4000 hectáreas fueron ocupadas en forma ilegal en el Gran Buenos Aires.
Por lo que vimos, se produjo el triste espectáculo de personas viajando raudamente, por ejemplo a la Costa Atlántica, para evitar que sus casas sean tomadas. Esta situación, sin lugar a dudas, complica el cumplimiento de las recomendaciones sobre evitar todo tipo de circulación innecesaria.
El razonamiento normal indica , que frente a un delito, debe actuar rápidamente la justicia para restablecer la normalidad. Extrañamente, cuesta que suceda. Si quien además ocupa, es decir comete un delito contra la propiedad privada, recibe un plan de ayuda social que paga con su esfuerzo el resto de la sociedad, ¿Merece seguir recibiendo este beneficio?.
La situación también ha desnudado otra bajeza moral. Punteros políticos movilizando a personas para tomar casas o terrenos, armando organizaciones con papelería “trucha”, para luego montar “falsas inmobiliarias”, que ofrecen a precios bajos irrisorios, terrenos o propiedades que no les pertenecen. Estas “mafias” nada tienen que ver con la necesidad de muchas personas dignas u honestas, que necesitan una casa para vivir con sus familias.
Como efecto cascada, esta realidad volvió a poner de manifiesto el reclamo social sobre mayor seguridad. El gobierno esta semana leyó el mensaje e hizo una serie de anuncios que incluyen un presupuesto de 37.700 millones de pesos, de los cuales 20.500 estarán destinados
a la construcción de nuevas unidades carcelarias y la refacción de comisarías. El resto será para equipamiento y formación de nuevos policías.
La consultora D’Alessio Irol- Berensztein, esta semana volvió a medir la imagen positiva y negativa de los principales dirigentes políticos. La conclusión después de la lectura de los números, es que se trata de “un sube y baja” que sólo les preocupa a ellos. Apareció como muy interesante en el trabajo de la consultora, el capítulo destinado a los 10 temas que más preocupan a los ciudadanos. Ellos son: Inflación 69%, Inseguridad/delincuencia 68%, Incertidumbre de la situación económica 61%, Coronavirus consecuencias económicas 59%, Que queden sin castigo los actos de corrupción de CFK 48%, Coronavirus temor a la enfermedad 46%, Sin propuestas para el crecimiento 45%, Se siguen dando subsidios a quienes no lo merecen 44%, La violencia contra las mujeres 31%, y Sin avances en la lucha contra el narcotráfico 30% , EL trabajo agrega que el 72% de los consultados cree que la situación económica del país hoy es peor respecto al mismo periodo del año pasado y el 52% considera que dentro de un año estará peor.
Cómo ejemplo de la distancia lejana entre gran parte de la dirigencia política y la sociedad, es lo sucedido en la provincia de Salta, dónde los diputados se negaron a tratar un proyecto para realiza hisopados al personal de salud, pero declararon de interés un “OVNIpuerto” en la localidad de Cachi.
Sin exagerar, podríamos concluir, que muchos de nuestros representantes, que tienen la obligación de trabajar para que vivamos mejor, y por lo que cobran un sueldo, tienen la brújula imantada, o tal vez peor aún, nunca la tuvieron.
(*) - Periodista de Radio Rivadavia.