En términos de popularidad, lo que la pandemia dio, la pandemia quitó
La organización Diálogo Político realizó un relevamiento en 17 países para medir el apoyo de la población a sus dirigentes. En todos los casos cayeron en aprobación. Alberto Fernández no es la excepción.
Por Antonio D'Eramo.
El Presidente de la Nación, aislado en la Residencia de Olivos, estará haciendo un repaso de lo que sucedió a nivel político con la pandemia de coronavirus. Si no se deja llevar por razones ideológicas tuvo en Bolivia un ejemplo de como el oficialismo que buscó su revalidación en las urnas cayó ante el MAS fundado por Evo Morales pero conducido por el flamante presidente electo de ese país, el economista Luis Arce. Venció por escándalo al oficialismo que había depuesto a Morales pero incluso obtuvo más apoyo de la ciudadanía que el propio dirigente cocalero en elecciones anteriores. Muchos analistas sostienen que el coronavirus pasó factura a Fernando López Camacho el aspirante derechista de Jeanine Añez.
En los EEUU puede observarse otra muestra del desgaste de los oficialismos por la pandemia. Con el diario del lunes ¿alguien puede pensar que Joe Biden podría haber vencido a Donald Trump sin el coronavirus en el medio? Las erráticas y temerarias disposiciones del ejecutivo de Trump para frenar el avance de los contagios seguramente influyeron de manera negativa en algunos estados de la Unión que de otra manera hubiera sido muy difícil que perdiera por más excentricidades que pudiera cometer.
La fundación Konrad Adenauer monitorea permanentemente el humor social en esta "nueva normalidad" y desde la plataforma Diálogo Político la investigadora Daniela Barbieri y los sociólogos Javier Cachés y Augusto Reyna, relevaron 230 encuestas de opinión pública en 17 países.
Los resultados son homogéneos. "A uno y otro lado del Atlántico, los países sufren las duras consecuencias en términos de actividad, caída de consumo y desempleo de la pandemia". Hay diferencias en cuanto a la crisis sanitaria. En algunos casos por las medidas adoptadas. Marchas y contramarchas en torno de las cuarentenas y los aislamiento obligatorios, desarrollo de fármacos y hasta polémicas por el uso de los tapa bocas. "En el centro de la tormenta, los presidentes latinoamericanos se encuentran ante el desafío de conseguir un equilibrio entre las cuarentenas largas y el aire a la actividad económica sin que por ello colapsen sus sistemas sanitarios", afirmó Augusto Reyna.
Consultados por las conclusiones los expertos señalaron: "la imagen de los presidentes y primeros ministros considerados en este estudio muestra una tendencia general a la baja. En el mes de Junio, los líderes registraron niveles de aprobación promedio similares a los que tenían antes de la pandemia. Luego, la pandemia comenzó a restar apoyo de la ciudadanía en sus dirigentes".
En los comienzos de la crisis, últimos días del mes de marzo y todo abril, la amenaza invisible del virus produjo una fuerte conmoción en la opinión pública de los países latinoamericanos y europeos. Tres presidentes tuvieron una imagen superior a los 70 puntos porcentuales. Los líderes de Perú, Martín Vizcarra, que acaba de ser destituido en el Congreso de su país por incapacidad moral para gobernar tras recibir denuncias de haber aceptado sobornos en 2014 cuando era gobernador, el primer ministro de Portugal, Antonio Costa y el Presidente argentino Alberto Fernández. Hoy ninguno líder sobrepasa ese umbral. La imagen promedio de abril de todos los presidentes fue 52,1%; la de Junio 45,1% y el derrumbe continuó en los meses posteriores.
El problema para los líderes latinoamericanos es que lo peor en términos de salud no pasó si no llega una vacuna a tiempo para que no se produzca una segunda oleada de contagios como sucede en el viejo continente. Y, en todos los casos, incluido el Uruguay de Lacalle Pou, lo peor en términos de economía está por venir
La consultora D'Alessio Irol realizó un muestreo al mes de Octubre que arrojó como conclusión que tras más de siete meses desde el inicio de la pandemia, los argentinos siguen con su elevado nivel de preocupación por el rumbo económico y temen que el 2021 sea un año peor en materia económica. La inflación sigue siendo el principal problema para los ciudadanos, quedando la inseguridad en segundo lugar, el temor de la población encuestada a contagiarse de Covid quedó en séptimo lugar. Con respecto a la imagen del Gobierno nacional registra un tercer mes en el que la disconformidad sobrepasa a la aprobación observándose un descenso de la opinión favorable entre votantes del Frente de Todos.
Las experiencias disímiles de los gobiernos estuvieron relacionadas con los recursos disponibles. La mejor posición económica de los países del hemisferio norte les permitió gastar más en la sociedad para hacer frente a la pandemia. Dice el reporte de Diálogo Político que "la respuesta europea al Covid-19 fue mantener altos estímulos fiscales y económicos con olas sucesivas de aislamiento y apertura". No fueron esas las estrategias latinoamericanas donde predominaron las medidas de aislamiento social más largas que la media de los países desarrollados.
En esta encrucijada se halla el gobierno de Alberto Fernández, trabajando para obtener la vacuna cuanto antes, para evitar profundizar una recesión económica que puede jaquear las aspiraciones electorales de su coalición en las próximas elecciones legislativas de 2021.