Las calles de la Ciudad y del Gran Buenos Aires amanecieron este viernes desiertas, con mucha presencia de fuerzas de seguridad y con la gran mayoría de la gente respetando el "aislamiento social preventivo y obligatorio" decretado por el Gobierno Nacional hasta el 31 de marzo próximo.

El vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli, informó que el paso por las autopistas se redujo un 70 por ciento, mientras que el tránsito vehicular general disminuyó en un 80 por ciento.

Indicó además que los subtes circularon con un 90 por ciento menos de pasajeros, tras recordar que además de los 3 millones de habitantes de la ciudad, diariamente ingresan y egresan en territorio porteño otros 3 millones y medio más de personas.

Tal como sucediera el jueves, en las puertas de algunos supermercados y farmacia volvieron a verse filas de clientes que deseaban aprovisionarse.

En general, en los barrios los comercios de alimentos mantuvieron abiertas sus puertas, aunque con menor flujo de clientes que en días anteriores.