Por Lucio Di Matteo

Al comienzo del ejercicio económico tenía depositados -en el país- más de un millón de dólares, u$s 1.108.74; mientras que un año después apenas u$s 37,50. Por otra parte, según el punto 9 de su declaración jurada (Evolución Patrimonial), en sólo un año se incrementó en $ 3,5 millones, de $ 2.379.230 a $ 5.886.362. De aquí surgen dos inconsistencias básicas. Con respecto a la evolución de su patrimonio en pesos, casi equivalente a sus ingresos anuales. Mientras que los dólares que desaparecieron de su declaración jurada no se sabe a dónde fueron a parar, pues sólo sumó un departamento en Capital Federal, que figura como "créditos en el país" por un total de 4 millones de pesos provenientes de "ingresos propios". Aún antes de la devaluación post elecciones primarias, esa cifra no llega a los 100.000 dólares.

Por otra parte, en la declaración jurada de Brula -presentada el 31 de julio del 2019- aparece una deuda millonaria con María del Carmen Cremaschi, subordinada suya en el área de Recursos Humanos. La deuda, que Brula declara al final del período y no al principio, es de u$s 1.312.500. Cremaschi, CUIT 23-12447149-4, es actualmente "consejera técnica de auditoría, administración y recursos humanos" dentro de la Dirección de Personal de la AFIP, por lo cual era subordinada de Brula.

La prestamista tiene una de las categorías más alta que puede obtenerse en el organismo, la 25 (según figura en la propia página de la AFIP), que significa un sueldo cercano a los 500.000 pesos mensuales. Pero lo más curioso no es la situación de Cremaschi, que bien pudo haber ahorrado ese dinero tras sus años en la AFIP; sino la situación de Brula. Ese préstamo de u$s 1.312.500 no se refleja -siempre tomando su declaración jurada- en la adquisición de ningún bien.

Esposa con firma off shore, alto porcentaje de ahorro

Antes de su préstamo con la compañera millonaria, Brula también vio como su esposa abrió una firma off shore y exhibió un alta estándar de vida en sus viajes al exterior. Andrea María Margarita Quadri, declarada como "cónyuge/conviviente" en la declaración jurada de Brula, con la que tiene tres hijos, abrió en mayo de 2011 B&Q Investements en Florida, Estados Unidos. La sigla contiene las iniciales de los apellidos de los cónyuges: Brula & Quadri.

En la actualidad, la empresa figura como inactiva. Entre la fundación de B&Q y la actualidad, Quadri registró frecuentes viajes al exterior, en el verano hacia los Estados Unidos, y en el invierno hacia Europa. Todo ello, con un trabajo en relación de dependencia en la Universidad de Palermo, además de ser docente de posgrado en la UBA. Quadri es licenciado y doctora en Ciencias Antropológicas (por la Universidad de Buenos Aires), profesora nacional de Pintura (recibida en la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón), y realizó estudios de escenografía en el Teatro Colón.

Los bienes declarados por Brula a mitad del 2019 son un departamento de 100 metros en Capital Federal, cuatro terrenos en Las Toninas (uno de herencia, tres adquiridos por ingresos propios, 1.000 metros en total), un automóvil Honda HR-V del 2017, y algo más de 4.000 pesos en cajas de ahorro. Además de la nueva propiedad en Gregorio de Laferrere 1159.

Lo más curioso de la declaración jurada de Brula es su alta capacidad de ahorro. Entre mitad del 2018 y del 2018 tuvo ingresos por algo más de $ 3,5 millones, y la valuación de sus bienes creció en $ 2.094.653,70. Es decir, le alcanzó para vivir, pagar impuestos por sus viviendas y el auto, con algo menos de $ 120.000 por mes. Por otra parte, no queda claro dónde fue a parar el u$s 1,1 millón que tenía ahorrado en el país.

La declaración jurada de Pablo Brula