La Casa Rosada dio luz verde al debate para dotar al Frente de Todos, que nació como una alianza electoral, de una arquitectura institucional que le de carácter de coalición permanente de centroizquierda al estilo del Frente Amplio uruguayo, con el Partido Justicialista como columna vertebral.

Por ahora la idea está en las gateras, en estado embrionario, pero ya tuvo su punto de arranque durante una reunión que se llevó a cabo el lunes pasado en la Casa Rosada donde participaron el ministro de Interior, Eduardo "Wado" de Pedro, junto al gobernador de Chaco, Jorge "Coqui" Capitanich, y el intendente de Zárate, Osvaldo Caffaro, de extracción socialista.

Además del PJ, de esta coalición -cuya estructura se asemejaría al funcionamiento de la mesa nacional de Juntos por el Cambio- participarían todos los partidos que integraron la experiencia electoral exitosa del Frente de Todos.

Ahí se anotan el Frente Renovador de Sergio Massa, los partidos de Unidad Ciudadana como Kolina, Nuevo Encuentro, el Partido de la Victoria y el Frente Grande, y otras fuerzas de centroizquierda como el Partido Solidario, Somos, Proyecto Sur, Patria Grande y el Partido Comunista, entre otros