Por Sebastián Hadida

Hasta el momento, Juntos por el Cambio se niega a firmar la renovación del acta de protocolo de sesiones mixtas por temor a que el oficialismo aproveche para incluir la reforma judicial en la agenda de extraordinarias.

El Frente de Todos golpeó primero en la guerra fría que mantiene con Juntos por el Cambio, marcada por las desconfianzas mutuas y las suspicacias. Este miércoles se anotó una pequeña victoria, que significó la firma de la mayoría de los jefes de bloque al acta de renovación de protocolo de funcionamiento mixto (presencial y remoto) de la Cámara de Diputados.

Con esta movida, el oficialismo reafirma su voluntad de avanzar con la sesión que tenía prevista para el próximo miércoles 27 de enero.Acción y reacción. Como grafica la tercera ley de Newton, ahora la pelota queda en manos de Juntos por el Cambio, que deberá reaccionar a la jugada del oficialismo, y decidir si redobla la apuesta plantándose en su postura de resistir hasta el final. El temor de Juntos por el Cambio es que el oficialismo aproveche la ventana de tiempo que le abre la prórroga del protocolo hasta el 12 de febrero para tratar la reforma judicial en ese período de sesiones extraordinarias.

Tanto unos como otros miden posibles costos y beneficios.

Para el oficialismo, aprobar leyes en una sesión sin la oposición mayoritaria podría no ser demasiado negocio, ya que siempre es preferible en términos de imagen ofrecer a la sociedad una representación de concertación. Pero claudicar ante los intereses del otro también puede ser leído como un signo de debilidad.

Y para Juntos por el Cambio la ecuación es análoga. Si rompe, el riesgo es que le facturen no colaborar con la construcción de consensos en democracia. Pero si se presta al juego del oficialismo también correría el riesgo de que su núcleo de votantes los considere "tibios", sumado al riesgo de que efectivamente el Gobierno mande la reforma judicial, la cual aparece en el temario del decreto de extraordinarias.

En esta lógica ajedrecística, en las últimas horas el oficialismo comandado por el presidente de la Cámara baja, Sergio Massa, y por el jefe del bloque del Frente de Todos, Máximo Kirchner, se anotaron un pequeño triunfo parcial parcial porque lograron que Consenso Federal (lavagnismo) estampe su firma en el documento.

"Junto a Jorge Sarghini y Graciela Camaño decidimos firmarlo para dejar claro nuestra predisposición a que el congreso funcione y que nosotros no somos un obstáculo. Pero mantenemos un reclamo muy firme y claro de que tiene que estar en la sesión la prórroga del régimen de promoción de Biocombustibles", aseguró el presidente del bloque de Consenso Federal, Alejandro "Topo" Rodríguez, en diálogo con NA.

Con este avance en la cantidad de firmas, el Frente de Todos interpreta que ya está garantizado el requisito de "consenso mayoritario" para la prórroga del protocolo, que se extenderá así hasta el 12 de febrero inclusive.

"La Justicia, en primera y segunda instancia, había dicho que la Cámara tiene facultades propias", se jactaron fuentes del oficialismo, que recordaron que hubo fallos que desestimaron la impugnación que meses atrás había hecho Juntos por el Cambio de una sesión (luego de que se renovara el protocolo sin la firma de los jefes de bloque de la oposición mayoritaria).

El interbloque presidido por Mario Negro exige como condición para prestar consentimiento que el Frente de Todos presente un compromiso por escrito de que no impulsará la reforma judicial ni el cambio en la forma de designación del Procurador General durante este verano.

El protocolo establece como regla general la obligación de los diputados de asistir presencialmente a las sesiones pero exime a aquellos que presenten algún factor de riesgo sanitario o que acrediten una situación de salud que les impida presentarse en el recinto, ante lo cual tendrán la posibilidad de participar de la sesión de forma remota a través de la plataforma de VPN.

En el temario para la primera sesión del año, que se llevaría a cabo el miércoles próximo, asoman con posibilidades concretas de tratarse el proyecto sobre sostenibilidad de la deuda pública externa, que establece que el Congreso sea el organismo que autorice el endeudamiento cuando éste exceda los topes establecidos en el Presupuesto.

Las otras dos iniciativas en agenda para incluir en el temario de la sesión son el proyecto que crea subsidios por única vez para familiares de víctimas del hundimiento del submarino ARA San Juan, y otra que dispone beneficios impositivos para la construcción.

Pero el gran interrogante, que desvela a más de uno en ambas cámaras del Congreso como en las provincias, es si se incluirá en la sesión la prórrogade los beneficios impositivos (que expiran en mayo) al sector de biocombustibles, un proyecto que fue aprobado por unanimidad en el Senado.

El inconveniente es que esta iniciativa no fue incluida en el decreto de dictado de sesiones extraordinarias, por lo que Diputados está a la espera de que se dicte un nuevo decreto de ampliación del temario.

El propio presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, había anunciado a los jefes de bloque en la reunión de Labor Parlamentaria del 28 de diciembre, que existía un compromiso del Poder Ejecutivo para dictar el decreto para ampliar el temario y así incluir la ley de promoción de Biocombustibles en la primera sesión del año.

Sin embargo, en el medio parecen haber surgido intereses para frenar el proyecto, ya que el decreto de ampliación del temario del Poder Ejecutivo de momento no llegó y el nuevo presidente de la comisión de Energía y Combustibles de la Cámara baja, el mendocino Omar Félix, dijo que había que "debatir un poco más" la media sanción del Senado dado que, en su opinión, "afecta a la industria de los hidrocarburos".

"Hay que desmontar ese verso de que hay provincias que se oponen. En el Senado se aprobó por unanimidad, que es donde se expresan las provincias. El tema es que aparecieron los intereses petroleros que están queriendo desviar esta política de Estado", señaló a NA un diputado opositor que está particularmente interesado en que la ley de Biocombustibles tenga sanción definitiva en el Congreso.

"Argentina tiene que aumentar la producción de biocombustibles, además por una cuestión de compromiso en materia ambiental", agregó.