El Gobierno recupera oxígeno con los aciertos internacionales y la primavera del dólar
Tras un octubre turbulento, noviembre parece marcar un renacer de la gestión de Alberto Fernñandez.
Por Bruno Costanzo
Con el viaje a La Paz y el cruce de Evo Morales de La Quiaca a Villazón, el presidente Alberto Fernández cierra lo que considera una gestión exitosa, el haber alojado al ex presidente boliviano y aportado a la causa de que el MAS vuelva al poder, y aprovecha la nueva primavera en la economía para dejar atrás las semanas de incertidumbre que produjo la escapada del dólar.
Tanto el mandatario como la vicepresidenta Cristina Fernández felicitaron a Joe Biden por convertirse en el 46° presidente de los Estados Unidos, aunque Donald Trump todavía no reconoció la derrota, y ambos confían en que la relación con el país anglosajón será mejor que la que existió estos meses, con el magnate neoyorquino en el poder.
Para Alberto Fernández, la salida de Trump es una alivio después de haber tenido posturas cruzadas tanto por temas como Venezuela y por haber intentado coronar a Gustavo Béliz como presidente del BID en una jugada que no fue bien calculada por el Presidente y que tuvo más costos que beneficios.
De todos modos, tal como señalan numerosos analistas internacionales, en general Estados Unidos no presta demasiada atención a lo que pasa en la Región y prefiere concentrarse en los conflictos de Oriente Medio, México o distintas regiones de Asia.
Aún así, en el Gobierno sostienen que, como dijo el canciller Felipe Solá, con Biden está la posibilidad de "conversar un poco más" y "exponer" las ideas de la Argentina "sobre Venezuela", un tema de especial sensibilidad en el Frente de Todos ya que existen ideas heterogéneas respecto al país que gobierna Nicolás Maduro.
A la salida de Trump como dato geopolítico relevante, en el Gobierno le agregan "el gol" de "haber mantenido con vida a Evo Morales", quien desde la Argentina y durante varios meses, diagramó la estrategia electoral para el retorno de su partido al poder con una avasallante cantidad de votos.
A los datos de política internacional se le suman también las dos semanas de calma cambiaria que encontró Martín Guzmán, con el dólar blue bajando más de $40 y el contado con liqui siguiendo una caída similar.
El ministro consiguió esos resultados generando instrumentos de ahorro indexados al tipo de cambio y prometiendo más equilibro fiscal.
El martes llegará la misión del FMI y Guzmán les mostrará los esfuerzos fiscales que hará la Argentina y, se presume, pedirá una extensión del préstamo de unos cinco mil millones de dólares para llegar con más calma a marzo y que los bonos argentinos recuperen su valor.