El Gobierno reconoció que el proyecto de aborto se postergará para el 2021
Santiago Cafiero confirmó que no podrá ser tratado este año debido a la pandemia del coronavirus.
El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, confirmó hoy que el Gobierno no presentará este año el proyecto de interrupción voluntaria del embarazo y postergará su tratamiento para el 2021, a raíz de la pandemia del coronavirus.
"Si no hubiéramos tenido pandemia se iba a debatir este año", explicó el funcionario sobre la iniciativa que había sido una promesa de campaña de Alberto Fernández, luego ratificada en los discursos de asunción y apertura de sesiones ordinarias del Congreso.
El 1 de marzo, el jefe de Estado prometió que el proyecto iba a ser enviado en los siguientes 10 días, pero esto nunca ocurriría ya que esa misma semana toda la atención del Gobierno pasó a enfocarse en la expansión a nivel mundial del coronavirus, cuyo desembarco en el país era por entonces inminente.
Pasaron los meses y desde el Gobierno sostenían que el proyecto estaba listo y que podía presentarse pese al contexto de emergencia, aunque no había una visión única dentro del Gabinete y las dudas fueron creciendo en el marco de una pandemia que no daba tregua. .
Finalmente la retractación oficial llegó este lunes en la voz del jefe de Gabinete, quien explicó que pese a que "la voluntad y la vocación del Gobierno siempre fue clara con respecto al aborto", la idea era que el proyecto pudiera debatirse sin restricciones en el espacio público, con participación social.
De esta manera, Cafiero dejó claro que en este momento y hasta que pueda controlarse la situación de la pandemia para volver a una cierta normalidad, la prioridad del Gobierno no pasará por la aprobación del proyecto de aborto legal, el cual es apoyado no sólo por el presidente y su Gabinete sino también por la vicepresidenta Cristina Kirchner y el grueso del oficialismo.
El 8 de agosto pasado se cumplieron dos años desde que el Senado rechazó la media sanción de Diputados y le bajó el pulgar a un proyecto ampliamente debatido, con un alto grado de adhesión social pero que concitaba casi el mismo nivel de rechazo de parte de los sectores autodenominados "pro vida".