Un total de 230 fueron demoradas tras participar de una fiesta clandestina celebrada esta madrugada en un bar de la zona céntrica de la ciudad de Rosario, en el marco de las restricciones sanitarias por la pandemia del coronavirus.

El operativo fue realizado en el bar "Kika", situado en Urquiza al 1.500, estuvo a cargo de la Policía de Acción Táctica (PAT) y la Municipalidad de Rosario dispuso la clausura del establecimiento.

La clausura fue llevada a cabo por la Guardia Urbana Municipal, según la información difundida por el sitio del diario La Capital.

Varios de los demorados por violar la legislación nacional y provincial en cuanto a las restricciones sanitarias fueron llevados a la comisaría segunda.

Una semana antes, en un procedimiento similar, se demoró a unos 50 jóvenes, varios de ellos menores de edad, que participaban de una fiesta clandestina en un domicilio de la cercana localidad de Villa Gobernador Gálvez.