Por Roberto Basualdo*

La República Argentina está atravesando un momento muy difícil, así como el resto del mundo, estamos dando la batalla contra el coronavirus, donde la prioridad es la salud y la economía queda postergada.

La salud y la vida de los argentinos debe ser la prioridad número uno del país. En este sentido, celebro los resultados de las medidas adoptadas por el Gobierno Nacional para hacer frente a esta pandemia. En una primera etapa de la enfermedad logramos aplanar la curva de contagios mejor que países del primer mundo, por haber decretado el aislamiento antes que ellos. Ganamos tiempo, pero esto no va a ser suficiente. Necesitamos reforzar las medidas de prevención para cuidar a toda población.

Asimismo, necesitamos ocuparnos de la economía para garantizar el sustento de las familias, y para esto es necesario que la inversión se multiplique y se generen nuevos empleos a través de capitales nacionales, y así poder reducir los márgenes de pobreza y reactivar la actividad.

En este sentido, presenté un proyecto de Ley para que los grandes contribuyentes, quienes posean bienes por más de 200 millones de pesos, realicen una contribución extraordinaria para la inversión y el desarrollo productivo de Argentina.

La iniciativa establece con carácter de emergencia y por única vez, que los grandes capitales, situados en el país y en el exterior, realicen una contribución extraordinaria para la inversión que surgirá de la aplicación de la alícuota del 2.5% sobre el valor total de los bienes cuyo monto exceda los 200 millones de pesos. Para ello tendrán el plazo de un año, y podrán optar por invertir en diferentes rubros, como la construcción, la mejora o adquisición de bienes inmuebles, la suscripción de títulos de deuda, entre otros.

La inversión por parte de los titulares de los grandes patrimonios, en destinos determinados, permitirá que esos fondos sigan acrecentándose ya que generarán rentabilidad social, pues esos proyectos promueven demanda de mano de obra, lo que redunda en más empleo que amplía la cantidad de aportes vía impuestos que va a recibir el Estado Argentino, generando un círculo virtuoso de la economía. Esta propuesta es una acción temprana para la reactivación de la economía, que nos permitirá como país estar mejor parados una vez que pase la pandemia.

Argentina no tiene márgenes fiscales y la posibilidad del financiamiento monetario debe administrarse con cautela. Por tanto, el arsenal a disposición del gobierno es muy limitado.

Por otra parte, la propuesta busca fomentar las donaciones a instituciones de bien público, como la Cruz Roja, hospitales y comedores, e invita a los contribuyentes en general a realizar un esfuerzo, invirtiendo en proyectos propios; ya que eso va a ayudar a nuestro país a ponerse nuevamente en el sendero del crecimiento y la generación de empleo.

(*) Senador nacional por la provincia de San Juan.