El gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, denunciaría en las próximas horas a su par de Corrientes, Gustavo Valdés, por disponer el aislamiento por la fuerza de médicos correntinos que trabajan en la provincia vecina, con el objetivo de luchar contra la pandemia por coronavirus.

La decisión de Valdés complicó mucho al sistema de salud chaqueño, sobre todo a clínicas y sanatorios privados, que es donde mayoritariamente trabajan estos profesionales.

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Foto NA: Twitter/jmcapitanich.

La decisión de Valdés es que las personas que viven en Corrientes y trabajen en el área de Salud de Chaco deberán cumplir la misma exigencia de quienes regresan de los países con circulación viral como Estados Unidos o Europa, mientras dure la emergencia sanitaria por el coronavirus.

La restricción incluye que no puedan ir a ningún lugar de Corrientes ni tener contacto con su familia dentro de su hogar.

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Foto NA: Twitter/gustavovaldesok.

Esta situación fue advertida a Capitanich por parte de dirigentes de la Asociación de Clínicas y Sanatorios y de colegios profesionales como Federación Médica, quienes remarcan el tremendo impacto en la capacidad de atención de muchos servicios sanitarios por esta reducción de personal.

La determinación del mandatario correntino fue considerada "absolutamente irracional", pues ni siquiera parte de un examen previo que indique si –efectivamente– algunos de esos profesionales pueden ser portadores del Covid-19.

Asimismo, el reclamo a Valdés fue que la firmeza que tuvo en esta situación no la tuvo con una importante cantidad de habitantes de la capital correntina que regresan de vacaciones por países europeos, e ingresan desde Foz do Iguazú, Brasil, utilizando ese aeropuerto como salida hacia países más lejanos.