La agroexportadora Bunge está sospechada de haber evadido 100 millones de dólares a partir de la declaración de granos que no tenía en mano para evitar la suba de retenciones durante 2020. A partir de información de que luego de las PASO de 2019 aumentarían las retenciones, la empresa habría declarado exportaciones por más de siete millones de toneladas de granos en los últimos cinco meses de 2019, a partir del 13 de agosto, dos días después de esas elecciones. De esta forma, se ahorraría los 100 millones de dólares de impuestos o 427.500 toneladas de soja.

El fiscal Carlos Stornelli apuntó en el requerimiento de instrucción del pasado 3 de agosto que la cerealera procedió "falseando la existencia de los granos que decían poseer en condiciones de exportar".

Fernando Miguez, presidente de la Fundación por la Paz y el Cambio Climático de Argentina, hizo la denuncia. Fue él también quien se dirigió a la justicia por los préstamos irregulares del Nación a Vicentín. El expediente investiga la presunta participación del gerente comercial de Bunge en Argentina, Adrián Chueco, y parte de su equipo compuesto por Guillermo Marcotegui, Ramón Fernández Asenjo.

Según el denunciante además, las empresas Bigsur S.A. y Tradersur S.A., que serían controladas por Bunge, habrían realizado operaciones de harina de soja pero declarándolas como una premezcla de harinas que pagan cinco puntos menos de retenciones. La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) intervino en el expediente que quedó en manos de la jueza María Eugenia Capuchetti, quien asumió a cargo del Juzgado Federal número 5, tras la renuncia de Norberto Oyarbide.

Stornelli además solicitó información sobre movimientos de fondos, cuentas y constancias a la Inspección General de Justicia, a la AFIP, al Banco Central y a la Bolsa de Comercio. En 2012, la AFIP acusó a Bunge de evadir Ganancias por 1.200 millones de pesos entre 2006 y 2009, mediante “operaciones de triangulación nociva”, y la sacó del Registro de Operadores de Granos.