En pleno cumplimiento de su prisión domiciliaria, el ex vicepresidente Amado Boudou asesoró "sin formalismos" al gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, en un programa que apunta a desendeudar a los empleados públicos.

La novedad fue informada por el propio mandatario cordillerano, quien comentó que comenzó a analizar la problemática de los trabajadores estatales a través de una videoconferencia con "el compañero Amado".

"Tratamos un problema en particular: queremos desendeudar a los empleados públicos de La Rioja. Muchos tienen su salario comprometido, por estas financieras encubiertas, como Garbarino, Musimundo, o Tarjeta Naranja, ya que les financian las compras de los productos que ellos venden y luego, como son financieras, les comprometen el salario", señaló Quintela en declaraciones radiales en la noche del pasado lunes.

Y agregó: "Con el Banco (de La Rioja) queremos comprarles estas deudas a los trabajadores, y darles un crédito. Se lo vamos a cobrar en cuotas que tendrán un 10 por ciento de interés anual".

La decisión de que el ex ministro de Economía brinde su punto de vista al Gobierno riojano generó polémica, ya que el ex funcionario fue condenado con la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos.

"Yo nunca me avergoncé de los compañeros que sufrieron persecuciones", remarcó el mandatario provincial.

Ante la controversia generada, el Gobierno riojano aclaró que Quintela "mantiene una buena relación" con Boudou y que el contacto que mantuvieron días atrás fue "parte de una conversación sin formalismos", en la que el ex funcionario nacional "dio su opinión" respecto al plan para desendeudar a los empleados públicos provinciales.

"Simplemente me dio una opinión sobre algo que queríamos hacer. Yo no se lo pedí ni él me lo pidió a mí", insistió Quintela en declaraciones a El Destape Radio.